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La comunicación política en el debate del estado de la Nación

Ayer fui invitado por el diario El País a analizar, a través de la red social Eskup, el vestuario, el tono, el rostro, las manos, los movimientos y los mensajes de José Luís Rodríguez Zapatero y de Mariano Rajoy, en el debate sobre el estado de la Nación. La puesta en escena del debate del estado de la Nación tiene semejanzas con una representación teatral: el vestuario, el guión, la trama, los actores principales y secundarios… todo ello conforma la comunicación política.

Junto a Francisco Roldán analicé en directo en Eskup ambas comparecencias.

Tal como indican en la crónica del análisis en El País, éstos son los puntos clave que he destacado:

El vestuario

Zapatero se ha presentado «monocolor y sobrio en extremo, en una quizás voluntaria intención simbólica de huir de lo superfluo y centrarse en lo fundamental: la situación económica del país». Rajoy no ha llevado su corbata granate «talismán» que los colores azules de la que viste se inspiran en la gama cromática corporativa de su partido.

El rostro

El 70% de la eficacia en la comunicación reside en la comunicación no verbal. El rostro se lleva la parte más importante. El rostro es el espejo del alma. El presidente arrancó serio su discurso, centrando demasiado su atención sobre el papel. Ha habido un «gran debate sobre la barba de Rajoy. El líder popular reaccionaba con una cierta resignación, diciendo que ‘mi cara tiene difícil arreglo y no me afeitaré».

Las manos

Zapatero ha buscado la centralidad con sus manos, empleando frecuentemente el gesto de ojiva del poder, un ademán que connota seguridad. En la réplica se ha soltado y empleado un bolígrafo: «Es un buen recurso para dibujar un mejor escenario de esgrima y contraataque». Rajoy en cambio ha empleado las manos para «martillar» las ideas. «La mano-martillo es propia de quien enumera críticas”.

El movimiento corporal

En el discurso inicial Zapatero bajaba demasiado la cabeza (quizá porque su texto llegaba al final de cada folio). Esto da un «efecto de cabeza caída que no ayuda demasiado a la telegenia». Zapatero no ha tocado el agua en toda la hora que ha durado su primera alocución. En la réplica se ha mostrado «menos rígido». Rajoy en cambio ha mantenido una «actitud profesoral».

El tono de voz

Al comienzo Zapatero ha hablado «casi sin inflexiones ni cambios en el tono». En la réplica en cambio ha continuado su discurso incluso sobre los aplausos de su bancada: «No se para, sabe lo que hace. Mitinea… y le favorece”. En cambio, Rajoy ha hablado más despacio que en otras ocasiones e incluso «con menos decibelios». «Las frases de Rajoy han sido más trabajadas buscando concatenar perlas retóricas y titulares convincentes. Hay técnica detrás”.

El mensaje

Zapatero, al enfundarse en un traje serio y algo triste dota de solemnidad y responsabilidad a su intervención, “pero habrá que ver si con él es capaz de trasmitir fuerza, esperanza y optimismo”. Los tristes no ganan elecciones, pero los pesimistas, tampoco. «Frente a la crisis, seriedad y unidad”, este es el “relato» del presidente. Por su parte, el líder del PP se ha centrado en «minar la credibilidad del presidente (…) el exceso en la crítica debe ser medido para no parecer exagerado».

La reacción de los diputados

«Todos los diputados y diputadas deben saber que pueden ser enfocados en cualquier momento. Deberían ser mucho más cautos. Su gesto da tanta información como las palabras del orador». En 15 minutos la bancada popular ha aplaudido tantas veces (siete) como la socialista durante toda la primera intervención de Zapatero», y ha habido muchas interrupciones, pero hay que recordar que las advertencias del presidente de la Cámara dirigidas hacia las bancadas benefician al orador.

Podéis leer el resto de valoraciones que hice en Eskup, aquí.

Os adjunto la nube de tags del discurso del Presidente Zapatero que os dará una idea visual del texto. Un detalle: de las 8.237 palabras del discurso, le ha dedicado al Estatut 585 (el 7%)

Y aquí la nube de palabras del discurso de Mariano Rajoy:

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32 COMENTARIOS

  1. Enhorabuena por la iniciativa. Ayer tuve ocasión de seguirlo en directo y diste una magnífica lección práctica de análisis de comunicación política que ayudó a comprender mejor el contexto y los discursos políticos. ¡Felicidades!

  2. No sé si es trascendente, pero me ha llamado la atención los peinados de ambos. Teniendo en cuenta que, después de la cara, es en lo que más llama la atención del aspecto de una persona, Zapatero tenía un peinado muy desenfadado (casi despeinado por la «coronilla») con un efecto muy cercano a la gente, mientras que Rajoy con una raya casi perfecta y el pelo completamente ordenado. Bajo mi punto de vista el «desaliño» en el pelo de Zapatero transmite una sensación de «estoy trabajando duro» mientras que Rajoy no transmite nada al ser su imagen habitual.

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