InicioComunicaciónComPol«La UE se enfrenta a dos grandes problemas de comunicación»

«La UE se enfrenta a dos grandes problemas de comunicación»

Entrevista con María Victoria Sánchez García para EL IMPARCIAL que reproduzco a continuación.

¿En qué falla la UE en comunicación?
Para los europeos que vivieron la Segunda Guerra Mundial, entrar en la UE representaba fijar y proyectar una imagen de paz, de reconciliación. Para aquellos que vivieron dictaduras durante la segunda mitad del s. XX, entrar, representaba el ideal de la democracia, de ser igual que los otros países, dando una imagen de normalidad. Es una historia de percepciones políticas. En cambio, actualmente, no se percibe ninguna imagen ni ningún valor? o al menos, desde la UE, no nos ofrecen ninguna idea o relato? que pueda captar la atención de las nuevas generaciones y de las viejas, para las que la idea de una UE que representa los valores de reconciliación o de democratización ya ha quedado atrás. Es decir, creo que la UE se enfrenta a dos grandes problemas de comunicación. Por una parte, la falta de un relato que explique y dé valor a lo que se hace, al hecho de pertenecer a una misma comunidad. Y, por otra, el desconocimiento y la ignorancia (por culpa de quien sea) sobre el ‘para qué sirve’.

Según datos de Metroscopia, la participación electoral para las próximas elecciones europeas será de un 40 por ciento, seis puntos menos que las pasadas, en 2009. ¿En qué medida se deberá a la comunicación y en qué medida a las políticas?

La crisis y la culpabilización de la UE en relación a las políticas de austeridad serán las máximas responsables del aumento de la abstención. La falta de una comunicación suficiente y explicar qué es y qué hace la UE, no contribuye tampoco a que consiga construir un relato coherente, aunque se sepa que las decisiones en la Comisión y el Parlamento serán importantes. Se ha intentado lograr con la posibilidad de elección directa del presidente de la Comisión, pero mucha gente aún lo desconoce.

¿Qué mensaje ha lanzado Europa tras los últimos acontecimientos en Ucrania a los ciudadanos?

El mensaje es que no tiene la suficiente fuerza ni la suficiente unión para tener una posición determinante en política exterior. Por otro lado, no es una novedad. Hace lustros que ocurre, y ni siquiera la creación de un Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad ha mitigado esa idea.

¿Cómo valora la tardanza del PP en la designación del candidato?

Cada día sin candidato fue un día de campaña menos, y el resto de fuerzas políticas empezaron a moverse. Fue un error.

¿En materia de comunicación, qué le parece Elena Valenciano?

Es una buena comunicadora, que lanza muy bien sus mensajes. Su nombramiento como candidata, además, es un buen golpe. No es una política en retirada, sino la número dos del partido. Eso demuestra una apuesta del PSOE por enviar a los mejores a la UE.

¿Qué relevancia le da a las candidaturas ciudadanas que se han generado estos meses atrás en línea con los ‘movimientos indignados’?

Considero que son una muestra de que la política en España puede cambiar, aunque aún es pronto para ver cómo se desarrollan estos partidos. Por el momento, parecen demasiado dispersos y desunidos.

¿Cómo define o sintetiza el concepto de ‘la política vigilada’ de su libro?

En una sociedad decepcionada, crítica y muy informada, la política democrática está cada vez más vigilada por los ciudadanos. Se está produciendo un cambio radical en la comprensión y aceptación de una determinada praxis en la gestión política e institucional. Coincido con unas palabras de Joichi Ito: «El voto es una manera muy pobre de saber lo que la gente quiere…». Tenemos que exigir a nuestra clase política transparencia, tanto en los canales offline como en los online. Esta situación de política vigilada debe ser un acicate para la renovación y una alternativa al populismo.

Existe un pálpito de exigencia nueva. Impaciente. Ya hemos esperado demasiado. A menos transparencia, más vigilancia. A menos participación, más control. A menos rendición de cuentas, más fiscalización. A menos comunicación e información, más visualización y geolocalización. A menos democratización… más democracia. No hay vuelta atrás.

Con motivo del reciente fallecimiento de Adolfo Suárez, ¿qué destacaría de su perfil comunicativo?

Fue un innovador. Con él se acabó la política gris y se dio un salto importantísimo en comunicación política en España. Mensajes cortos y muy bien preparados, imágenes que se salían de lo normal, el uso de la televisión, la capacidad de escucha. Sin duda, un referente.

Publicado en: El Imparcial (15.04.2014)
Fotografía: Ilyass Seddoug para Unsplash

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