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Nobel de paz ¿o de comunicación?

Entrevista con Francesco Manetto para El País (16.10.2009)

(Ver artículo completo, versión pdf página 1, página 2)

(…) Ha habido un cambio de criterio respecto a las anteriores elecciones, se ha tratado de un premio a la «esperanza». Es decir», parece que «los discursos y los gestos de los primeros meses han abierto un camino para la paz». En este sentido, a su parecer, conviene recordar que Obama es el jefe del Ejército más importante del mundo. Lo cual convierte de alguna manera la misma concesión del premio en un mensaje en sí mismo a la comunidad internacional. Porque es «importante que ese jefe actúe con esa carga». Y así, el Nobel se transformaría en una invitación a actuar a favor de la paz, una verdadera «llamada a la acción» más que un reconocimiento a una paz lograda.(…)

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Fuente: El País (21.10.2009)

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6 COMENTARIOS

  1. Deprimente, absolutamente deprimente.
    No solamente premiamos a quien (todavía) no ha hecho nada, sino que lo justificamos legitimando las llamadas «media politics».
    Dicho de otro modo: reconocemos como válido el cacareo y la pelea barriobajera en los medios de comunicación, apoyamos que los partidos y gobiernos gasten partidas multimillonarias en la meta-política, en el contar en lugar del hacer, en tejer cortinas de humo, en el «y tú más», en cartón-piedra y otros decorados alímón.
    El Nobel de la Paz es a Obama lo que el Nobel de Economía sería al gobierno español por gastar 1.200 euros en cada cartel del Plan E.

  2. […] Publicado en: El Periódico (4.11.2009) (versión pdf castellano) (versió pdf català) Obama es una marca global. Un año después de su elección como primer presidente afroamericano de los EEUU, el balance político puede ser discutido, a pesar de sus grandes logros y reconocimientos, igual que la decisión de otorgarle el Premio Nobel de la Paz. Pero lo que resulta incuestionable es el balance positivo de su proyección mediática y de su imagen en el mundo. Estamos ante un fenómeno de la comunicación sin antecedentes comparables.  […]

  3. […]    Escuchar a Sergi Sabaté: Eschuchar | Escuchar en Popup Asimismo, el experto en comunicación política Antoni Gutiérrez Rubí, publica un post en el que recopila todo lo que ha escrito de Obama en los últimos meses. “Obama es una marca global. Un año después de su elección como primer presidente afroamericano de los EEUU, el balance político puede ser discutido, a pesar de sus grandes logros y reconocimientos, igual que la decisión de otorgarle el Premio Nobel de la Paz. Pero lo que resulta incuestionable es el balance positivo de su proyección mediática y de su imagen en el mundo. Estamos ante un fenómeno de la comunicación sin antecedentes comparables”, señala. Mientras tanto, el senador Iñaki Anasagasti está enfadado por unas recientes declaraciones del presidente del Gobierno sobre Barack Obama: “Zapatero, el hombre que se quedó sentado cuando pasó la bandera norteamericana en aquel desfile confundiendo a Bush con la patria de John Wayne, es el mismo que no hace más que volatines y muecas para caerle bien al nuevo Premio Nobel de la Paz, Barack Obama”. “Lo que acaba de decir no le va a la zaga “No preguntéis que puede hacer Obama por nosotros sino lo que nosotros podemos hacer por Obama” en un mal remedo de lo dicho por John F. Kennedy en su toma de posesión. “Un año ya desde aquel 4 de noviembre. No seré yo aquí el que haga un análisis de lo que han sido estos 12 meses de Obama. Para eso están los sabios de los que aprendemos todos. No son sólo politólogos, historiadores o tertulianos. El relato más rico y atractivo se cuenta con cámaras de video. Tres documentales sobre Obama se estrenan estos días”: ¨By the People¨,  ¨LaborDay¨,  ¨Becoming Barack, evolution of a leader¨, cuentan en el blog Se alquila Casa Blanca en un post que han titulado “año 1″. Lluis Bassets también habla de pasada del tema y dice que “Obama y los demócratas tienen sus propias preocupaciones a un año de la victoria electoral. Pero las preocupaciones de los Gobiernos europeos, a 20 años de la caída del Muro, deberían ser todavía más serias, respecto a su papel en el mundo y respecto a sus relaciones con Estados Unidos”. La periodista Ana Pastor lanza varias preguntas: “¿suena a poco que alguien anuncie y decida cerrar la prisión de la vergüenza, (aunque algunos se lo quieran impedir) o que quiera sanidad para todos: ricos y pobres, o que permita la entrada en USA de enfermos de SIDA, o que se dirija de tú a tú al resto de países, o que visite un país musulmán y comience su discurso con Salam Maleicum…o que…?…Yo sigo creyendo en él y en sus ganas para cambiar las cosas…. ¿Y vosotros?”. Tambien habla sobre el tema el ex ministro Jordi Sevilla, que haciendo un análisis de lo que debe ser un líder relata lo siguiente: “Lo mismo sucedió en USA con “un tal Obama” que se atrevió a desafiar a la máquina del Partido demócrata alineada con los Clinton. Donde no es obligatorio votar, los niveles de abstención suben conforme lo hace el malestar de los ciudadanos con una “clase política” incapaz de corregir la corrupción o de ilusionar al país entorno a la resolución de sus problemas reales. Con ello, no se pierde legalidad, pero si legitimidad y soporte al edificio de la democracia que hay que cuidar cada día”. […]

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