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Simplemente, jugar

Desde su aparición pública y mediática en el ruedo político, el actual presidente norteamericano, Barack Obama, no ha dejado de ofrecer imágenes en las que aparece practicando algún deporte (baloncesto, golf, windsurf, bodyboard…) o bien recibiendo balones y camisetas con su nombre, llevando a cabo saques de honor en determinados partidos, etc. (ver documento PowerPoint Obama y el deporte).

Obama es consciente de que la práctica habitual de alguna actividad física mejora el rendimiento, ayuda a encontrar el equilibrio, la energía y el bienestar personal necesarios para afrontar su día a día y, además, contribuyen a transmitir una imagen determinada de él asociada a una serie de valores positivos como son la salud, la capacidad de organización, la capacidad de superación, etc. Se percibe que Obama disfruta con la práctica del deporte, en especial del baloncesto.

Recientemente el mandatario de la «transparencia» en la Casa Blanca, como recogían distintos diarios estos días, decidió organizar y participar en un partido benéfico de baloncesto con las estrellas de la NBA para soldados heridos de Iraq y Afganistán.

El partido amistoso tuvo lugar en el gimnasio situado dentro de Fort McNair, una instalación militar cercana a la residencia presidencial, en Washington. Y fue, por decisión del presidente, a puerta cerrada.

Durante unas dos horas, Obama compartió cancha con distintas figuras del baloncesto profesional de la NBA entre las cuales se encontraba también Maya Moore, del equipo femenino de los Huskies (Universidad de Connecticut). No se pudo obtener ninguna imagen, ni acceder al recinto durante el partido.

La exclusión de los periodistas que siguen habitualmente la información vinculada a la Casa Blanca ha levantado todo tipo de reacciones. Y el secretario de prensa, Robert Gibbs, tuvo que salir al paso, diciendo que el presidente quería «simplemente» jugar.

En la campaña electoral, o tan solo hace unos meses, no le hubiera importado utilizar mediáticamente esta situación y obtener algunas buenas imágenes que habrían dado la vuelta al mundo. Pero el 51% de los estadounidenses se muestra ya contrario a su presidencia. Se ha roto el idilio. Los ciudadanos no están para juegos, ni para el marketing político. Quieren soluciones. Obama, el deportista, deberá utilizar las estrategias propias del deporte para competir y ganar en la liga más competida: la de la confianza. Todavía hay tiempo.

Publicado en Pie de foto (26.08.2010)

Fotografía: Markus Spiske para Unsplash

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