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Guía para seguir ‘la versión’ de Rajoy

1. Bárcenas. ¿Mariano Rajoy citará expresamente al extesorero de su partido? El innombrable está en boca de todos, menos en la suya. Este tema se ha convertido en un bastión político y semántico, y en el símbolo de la estrategia defensiva y evasiva de Mariano Rajoy. Si no lo cita, Rajoy se enrocará y el desgaste será mayúsculo. Si lo cita será un indicador clave de que quiere abordar (e intentar ganar) la batalla de la percepción pública, explicando sus relaciones (también su amistad y confianza) y las actuaciones del que fuera antes un profesional irreprochable —durante más de 20 años— y, hoy, un delincuente también para el PP. Hoy sí que toca hablar de lo importante. Le van a pedir que dimita… y deberá argumentar por qué no lo va hacer. Será interesante observar a quien se dirige Mariano Rajoy, si a los partidos y líderes presentes en el Congreso o a los ciudadanos.

2. Estrategia. Rajoy llega acorralado y sin aliados. La evidencia de que comparece contra su voluntad es muy clara… Sus errores al confundir la mayoría parlamentaria con inmunidad política le han llevado a un callejón sin salida. Cada rueda de prensa era un calvario… y la amenaza de la moción de censura ha impedido el escapismo. Convertir una obligación (comparecer) en una oportunidad dependerá de la estrategia a seguir: ¿Defensa o ataque? Si ataca puede hacerlo asumiendo dos posiciones: acusar a la oposición de farisea (quien esté libre de culpa que tire la primera piedra) o bien asumir las equivocaciones, delimitar su daño y pasar a la ofensiva en el terreno de los hechos y de su determinación para combatir la corrupción suceda donde suceda (también en su partido). Rajoy debe decidir si «su versión» (en sus propias palabras) será una rectificación, una acusación o una explicación clara y convincente frente a la «alarma social creada» tras las recientes declaraciones de Bárcenas al juez. Hemos pasado de los papeles en los medios (en blanco y negro o color) a los testimonios en sede judicial.

3. Palabras clave: perdón, error, verdad, falsedad. ¿Rajoy pedirá perdón por la imagen mostrada (la suya, la del PP)? ¿Esto será el paso previo para asumir errores (de confianza personal y política), y de gestión, también? Y, a partir de aquí ¿mostrar la determinación de liderar una ofensiva regeneracionista contra la corrupción en la política? Cómo utilice estas palabras, y en qué contexto, será clave. Así como si emplea los conceptos de verdad y falsedad en relación a lo publicado o declarado. Esto es determinante. En las últimas comparecencias en prensa, Rajoy no ha utilizado estas palabras. Rajoy se enfrenta a un reto de comunicación, a un desafío político y a una crisis de credibilidad. Y todo esta relacionado. ¿Hablará de un chantaje ‘al Estado’?

4. Tiempo verbal. ¿Utilizará el primero del singular? ¿El primero del plural? ¿Será un discurso en primera persona o utilizará un plural mayestático o inclusivo? Este punto es importante para ver el grado de cohesión y complicidad de Rajoy con su grupo… y si decide asociar la suerte del PP a la suya… o si bien mantiene alguna distancia que permita tener todas las opciones abiertas: desde continuar hasta el final o empezar a diseñar un relevo. ¿Citará a alguien en su discurso?

5. Gobierno y PP. ¿Centrará el debate en el PP… o en lo que ha hecho el Gobierno? Las citaciones recientes del juez Ruz a dirigentes del PP para mediados de agosto son un poderoso marco que pone el foco en la posible financiación irregular del PP. Lo más probable es que niegue cualquier relación que implique falta o posible delito (incluso si ha prescrito), aunque pueda asumir «irregularidades» o deslealtades. También dirá probablemente que el PP está colaborando con la justicia para aclararlo todo, y que la transparencia es importante en su gobierno, haciendo una referencia a la Ley y al Informe de la Comisión que el día antes habrá aprobado el texto que seguramente llegará al pleno para ser votado en las próximas semanas.

6. Hemeroteca (y videoteca). Rajoy ha hablado poco del caso… y, paradójicamente, ha evidenciado mucho sin decir. Sus silencios han sido elocuentes, a su pesar. En su intervención, el pasado mes de febrero, en el Comité Ejecutivo Nacional del PP (la célebre «rueda de prensa del plasma»), dejó muchas afirmaciones que ahora deberán ser contrastadas con la realidad. ¿Mintió Rajoy entonces? ¿O no dijo toda la verdad? ¿Se reafirmará en lo dicho, o lo matizará? Cuando dijo, días después, que era todo falso, «salvo alguna cosa»… ¿a qué se refería?

6. Corrupción. El 20 de febrero, el presidente del Gobierno presentó en el debate sobre el estado de la Nación un listado de propuestas legales contra la corrupción, como burladero político en pleno escándalo sobre Luis Bárcenas, tras haber publicado EL PAÍS los papeles del extesorero. Con esas propuestas se elaboró una resolución que fue apoyada por casi todos los grupos, y el 13 de marzo se constituyó la comisión para poner en marcha medidas contra la corrupción. Seguramente, esta mañana Mariano Rajoy haga referencia de nuevo a esta comisión. Sin embargo, hay que recordar que en cinco meses, esta comisión solo se ha reunido en una sola ocasión.

7. Munición. Rajoy puede optar por guardarse datos (y respuestas) en función de cómo vayan las intervenciones de los grupos… o bien hacer un discurso muy contundente y que le permita llevar la iniciativa y refugiarse en él en cada réplica parlamentaria. Veremos.

8. Audiencia global. Esta comparecencia ha despertado un interés global, a pesar del tedio estival y el agotamiento de la ciudadanía sobre la política de partidos. Los medios de comunicación internacionales van a analizar, también, los escenarios que se abran de esta comparecencia. Todos los indicadores sensibles estarán alerta. La credibilidad internacional de Rajoy es, en buena medida, la credibilidad de España.

9. El tiempo. La distribución del tiempo será muy interesante de analizar. ¿Cuánto tiempo a corrupción y cuánto a la economía? ¿Cómo relacionará estas dos realidades? Lo más probable es que el Presidente hable de la recuperación económica y de la necesidad de unidad, minimizando la corrupción y pidiendo calma. Ayer, el vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, ya dejó claro que el presidente Rajoy condicionará el escándalo Bárcenas a la recuperación económica, y ha advertido que «los españoles no perdonarían que los escándalos políticos frustraran esa recuperación».

10. Las redes y la sede. Rajoy debe intentar ganar en el hemiciclo y en las redes, auténtico foco de creación de opinión compartida y en la que el PP no ha conseguido ninguna posición competitiva desde que estalló el escándalo. Por el momento, los socialistas han creado una campaña en redes sociales, con dos vídeos acusando a Mariano Rajoy. Atentos a la tribuna de invitados y también a la comunicación no verbal de los diputados y algunos grupos que puedan explorar formatos de comunicación no convencionales. Mañana es un día serio, de competencia personal y de competitividad política entre grupos y oradores, también.

Publicado en: El País (31.07.2013)(blog Micropolítica)
Fotografía: wuz para Unsplash

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