Entrevista con Ástrid Altadill en el contexto de la nueva edición de Social Media Week Barcelona, que se inició ayer, y que reproduzco a continuación tal como se ha publicado.
Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político, abordará en esta edición de Social Media Week Barcelona (#SMWBCN) la cuestión de la fragilidad de la memoria en la sociedad actual, hiperconectada, vinculando su reflexión al activismo político y a la preocupante situación que esta fragilidad está desencadenando en “Memoria y trazabilidad: retos para el compromiso político en la red”. Para ir entrando en el tema, le dedicamos esta entrevista.
1. En Social Media Week Barcelona, abordarás el tema de la fragilidad de la memoria en la sociedad actual desde el activismo político. ¿Significa esto que no tenemos memoria? ¿Entramos en una dinámica de cultura del olvido?
No, lo que quiero decir es que confundir memoria con capacidad de almacenamiento, trazabilidad, y “encontrabilidad”… es un grave error para el compromiso político. Sin memoria (vivida, sentida, reflexionada, interiorizada) el compromiso cívico y político queda vinculado –casi exclusivamente- al dato almacenado, no a la experiencia vivida o conocida (o debatida).
2. Como tú mismo dices, somos una sociedad hiperconectada. ¿Cómo crees que debe adaptarse la comunicación pública de instituciones u organizaciones políticas en este entorno?
El volumen de datos, su velocidad, variabilidad y visibilidad; junto con la densa sociedad digital son un reto para la mejora de la comunicación política. Hay más oferta, más densidad, más actores… y, en este contexto, solo los más creativos (que agreguen valor) y los más relacionales (que entiendan los profundos cambios en el ecosistema social) podrán actuar con credibilidad y eficacia.
3. Las redes sociales e Internet han permitido que los ciudadanos puedan hacer llegar su opinión hasta los rincones más recónditos del mundo. Un ejemplo es la aparición de plataformas con las que unir esfuerzos para influir en la política. ¿Cómo crees que ha cambiado la opinión pública con las nuevas tecnologías?
La agenda política ya no es, exclusivamente, la agenda publicada, sino la agenda compartida. Es un cambio extraordinario que rompe privilegios y exclusividades en la intermediación de la información (medios) y de la política (partidos).
4. Parece que ahora no basta con salir a la calle y manifestarse para conseguir cambios; ¿ahora los cambios se consiguen “haciendo click”? Pensando en un caso concreto, ¿cuáles crees que son las herramientas más efectivas para que los ciudadanos puedan llegar a influir en la política?
No, los cambios se consiguen votando: creando nuevas mayorías de gobierno políticas y sociales. Lo nuevo es que la legitimidad democrática del voto no es suficiente para liderar y gobernar la complejidad social. Se necesitan grandes, transversales y renovadas coaliciones por lo público, cambios profundos en las escalas de valores y mentalidades, y una nueva cultura de la gobernabilidad que no limite la necesidad a las competencias (casi siempre insuficientes) y a los recursos (casi siempre limitados y escasos).
Lo nuevo, también, es que un click no es un voto… pero puede cambiarlo, cambiándote a ti y a tu manera de comprometerte, ver y relacionarte con tus entornos.
5. Hablemos de micropolítica. ¿Cuáles son, como en tu libro homónimo, tus “ideas para cambiar la comunicación política”?
Valores, emociones, redes.
Publicado en: Social Media Week Barcelona (18.02.2014)
Fotografía: Infralist.com para Unsplash
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– Zona Web 379. Social Media Week Barcelona 2014