Las dos fuerzas emergentes en la política española, Podemos y Ciudadanos se han lanzado a ocupar un espacio mental, sociológico y político definido como centro. ¿Pero es del mismo centro del que hablan unos y otros? Podemos lo asocia con el registro de una nueva centralidad (de prioridades, de temas). Y Ciudadanos lo aborda desde la equidistancia. Los primeros buscan nuevos centros políticos, explorando la geografía y la química de la política. Los segundos juegan a la geometría y a la física. Para unos el centro es un nuevo horizonte. Para los otros el nuevo campo abierto entre las trincheras tradicionales de socialistas y populares.
¿Por qué el centro, en España, está tan codiciado si ha estado casi huérfano de representación política? Las razones históricas son imprescindibles para abordar ―y explicar, en parte― la cuestión. La España de la Guerra Civil fue la tragedia de las dos Españas, vivida como un desgarro fratricida, radicalizado, sin espacio central. Nuestra (primera) Transición fue posible, entre otras razones, por una fuerza y un liderazgo político que abrazaron el centro como marca: la UCD y Adolfo Suárez. El eco de su reputación todavía persiste en el imaginario de muchas personas (mayores, generalmente) que mitifican aquel momento, no sin distorsiones y excesos generosos de percepción.
Los intentos fracasados del CDS, del Partido Reformista y la llegada posteriormente de UPyD anidaban sobre ese espacio codiciado: centro equidistante, reformista y renovador. Pero la Ley Electoral, sus propios errores y la presión del PP y del PSOE sobre este espacio asfixiaron cualquier intento. Aunque su memoria valorada, su deseo latente, y su necesidad ―también― han encontrado una nueva oportunidad en el hundimiento parcial del bipartidismo y en la eclosión disruptiva de las nuevas marcas y sus ofertas. El bipartidismo se tambalea, pero el centro renace de sus cenizas y de sus recuerdos.
El centro… ¿es un lugar, una métrica, una estadística, una ideología? ¿Es el 5 en la escala de 0 a 10? ¿Es el espacio que queda entre conservadores y progresistas? El Gráfico de Nolan, creado en 1971 por David Nolan (uno de los fundadores del Partido Libertario de los EEUU) es un diagrama para ubicar cualquier posición política en un gráfico de dos dimensiones. Con la intención de ofrecer una metodología que supere la simplicidad de la ubicación lineal izquierda-derecha, Nolan propuso dos dimensiones (y dos ejes): grado de libertad económica y grado de libertad personal, como variables más determinantes para la ubicación ideológica.
Para los estrategas de Podemos y Ciudadanos el estudio posicional parece clave; entre otras poderosas razones, porque estas formaciones disputan el voto (y el espacio) a las establecidas. Y para ello, para la concurrencia competitiva y depredadora, el estudio posicional es determinante. En este punto, podríamos decir que el centro es más que un lugar o un espacio: es un ecosistema en movimiento, crecimiento, evolución y transformación. De ahí su alergia a definirse ideológicamente, unos y otros. Triangulan al máximo, hibridando soluciones, mordiendo en los márgenes de los carriles que quieren ocupar. Han leído, también, a Dick Morris y sus creativas y prácticas estrategias. Su ambición no es simplemente hacerse un hueco a codazos. Aspiran a relevarles. A quitares la silla. Por ello, van a estar en movimiento. El centro no está quieto, ni en el medio de nada, ya que el mapa (o el tablero, como dicen) se mueve, se deforma y su perímetro cambia: de cuadrado y rectángulo, a círculos y triángulos.
Su centro se parece más bien a un corte (generacional, social, tecnológico y estético). Han descubierto el poderoso capital político de una nueva generación (menores de 40 años) que se aleja de los partidos tradicionales por antiguos, por caducos, por enmohecidos. Si Podemos juega a plantar cara a la casta, Ciudadanos es la loción política contra la caspa. El centro ya no es un lugar, es una manera de moverse y de estar. Eso es lo que no han entendido, suficientemente, los de las trincheras. Los nuevos están móviles, y el resto, fijos. Así va la partida. Es tiempo de rápidos contra lentos. No de grandes contra pequeños.
Publicado en: El País (10.05.2015)(blog ‘Micropolítica’)
Fotografía: Chaitanya Tvs para Unsplash
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– Disputar el centro o la centralidad política (Máriam Martínez. diario.es,9.05.2015)
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– La centralidad de PSOE y Ciudadanos (Ástrid Barrio. El Periódico, 7.05.2015)