El Libro Blanco de la Responsabilidad Social Empresarial, elaborado en el seno de la Subcomisión RSE del Congreso de los Diputados, señala que las políticas de apoyo a la RSE no son exclusivas de ninguna Administración, es más, advierte que «determinadas políticas de fomento de la RSE tienen un campo específicamente local, como por ejemplo la implicación de las PYMES, la información y la formación a los empresarios locales o la creación de redes de comunicación e intercambio de buenas prácticas».
Muchos expertos coinciden en señalar que el ámbito local es un escenario propicio para las alianzas —imprescindibles— entre las PYME y la administración pública en el desarrollo de prácticas responsables ya que es, en el territorio, donde es posible establecer unos vínculos más estrechos y comprometidos con todos los grupos de interés. Los «territorios responsables» son una alternativa real y evaluable para el desarrollo de la RSE. La experiencia de las corporaciones municipales en el impulso de las «agendas locales» medioambientales es un buen antecedente. No es de extrañar, pues, que el informe de la Subcomisión destaque la necesidad de que «los gobiernos locales asuman un papel activo en la creación de un entorno favorable a la adopción de dichas prácticas en las PYMES».
Las instituciones locales, por su cercanía y contacto directo, tienen un importante papel para facilitar la sensibilización, el seguimiento y el acompañamiento de las PYME en la adopción de prácticas RSE.
Pueden crear espacios de diálogo y, en colaboración con otros agentes, desarrollar un conjunto de instrumentos y propuestas ‘ad hoc’ que permitan adaptar las herramientas RSE globales a las necesidades específicas y a la realidad dispar de las empresas del propio territorio.
En este contexto, el desarrollo de la RSE puede y debe convertirse en un reto y en una oportunidad para los gobiernos locales. Favorecer el impulso, la creación y la consolidación de empresas innovadoras, económicamente competitivas y sostenibles, contribuye directamente al desarrollo de entornos territoriales basados en el crecimiento sostenible, la competitividad y la creación y mejora de la calidad del empleo, retos imprescindibles si queremos mantener nuestro modelo de sociedad centrado en la igualdad de oportunidades.
Además, los gobiernos locales pueden ver en las empresas unas aliadas naturales para poner en marcha determinadas políticas que no se resuelven sólo desde la intervención pública. Es evidente que las empresas pueden contribuir al desarrollo de las comunidades proporcionado puestos de trabajo, patrocinio de actividades, financiación de obras o equipamientos de uso público o colaborando en la inserción laboral de personas con discapacidad.
El Libro Blanco destaca también que los gobiernos locales deberían ser ejemplares en la integración de las preocupaciones sociales y ambientales en su propio funcionamiento interno, a través de sus compras y contrataciones, las relaciones con los recursos humanos o su comportamiento medioambiental.
Pero también deben integrarse esas preocupaciones en las propias políticas públicas de gestión del territorio y en las relaciones con los diferentes agentes que actúan en él. En un territorio, la RSE toma cuerpo a partir del compromiso y del consenso de las diferentes partes: sector público, empresa y tercer sector. En este sentido el informe ahonda, en la necesidad de «profundizar en la subsidiariedad y en el diálogo en cada territorio dando respuesta a las necesidades e inquietudes de los grupos de interés locales». Y éste es el reto, establecer diálogos constructivos con las PYMES y los agentes locales, incluida la ciudadanía, para diseñar conjuntamente planes de RSE que generen riqueza sostenible en el territorio.
Lamentablemente, la perspectiva RSE y el concepto de «territorios responsables» no han calado con fuerza en las alternativas políticas para las próximas elecciones locales. Es una oportunidad perdida, pero es todavía una oportunidad en la gestión pública de los próximos cuatro años para aquellas corporaciones más creativas. Nuevos gobiernos locales deberán hacer frente a retos cada vez más exigentes por parte de la ciudadanía y a la demanda de las empresas, en especial PYMES, necesitadas de programas de desarrollo de su proyecto RSE. Nos harán falta promotores locales de RSE, agencias locales de la responsabilidad y agendas territoriales de RSE para no perder el caudal de energía transformadora y positiva que la RSE incorpora en las empresas más lúcidas y conscientes de su responsabilidad.
Publicado en Europa Press (16.05.2007)
Publicado en el boletín Canal Empresa Sostenible (17.05.2007)
Fotografía: Francesco Gallarotti en Unsplash
Documentos de interés:
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