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Ya es hora ¡Ciudadanía!

Publicado en: Generación Red (01.09.2007)

En enero de este año surgía en Los Angeles la campaña: «Ya es hora ¡Ciudadanía!». Una iniciativa impulsada por varias organizaciones y entidades pro inmigrantes, diversos medios de comunicación, sindicatos, líderes comunitarios y organizaciones interreligiosas con el objetivo  de incrementar la participación de los hispanos en las próximas elecciones presidenciales de 2008. A pesar de no ser la primera iniciativa planteada para incentivar la participación y movilización cívica de los latinos («Giant: Awake!»-«¡Gigante: Despierta!» fue, en 2006, una manifestación histórica por los derechos de los inmigrantes), sí que es la primera campaña que se lleva a cabo de forma coordinada por todo el país.

Organizaciones como el Consejo Nacional de la Raza (NCLR, la organización hispana más grande y relevante de Estados Unidos), la Asociación de Funcionarios Hispanos Electos y Designados (NALEO), «We are America» o SEIU (Service Employees International Union), entre otros, impulsan este esfuerzo común para que la campaña se extienda al máximo por todo el territorio. Desde el sur de Florida, a Texas, California, Nueva York, Nueva Inglaterra o Rhode Island, el proyecto está obteniendo una amplia respuesta.


La meta es normalizar la situación de más de 7 millones de ciudadanos (la mayoría de ellos hispanos) que se calcula que, aún viviendo legalmente en Estados Unidos, todavía no han solicitado la nacionalidad y con ella el derecho a poder votar, una vez inscritos en el respectivo circuito electoral. Para ello, es necesario realizar una serie de trámites que demuestren que son residentes permanentes desde hace más de cinco años, que no se han tenido problemas con la ley, o que faciliten los datos de los lugares donde han residido y de los trabajos desempeñados durante ese período, entre otros requisitos.

La campaña pretende acompañar a la gente en este proceso, allanando cualquier dificultad (se informa sobre las posibles ayudas y subvenciones que se pueden obtener a través de la Oficina de Ciudadanía y Servicios Migratorios, entre otros) y concienciando, a la vez, de la importancia de votar y participar en un proceso político donde, en la medida en que se vote, se podrán ver resueltos muchos de los temas que les afectan directamente, como son la inmigración o la sanidad.

A pesar de ello, el pasado 30 de julio el gobierno de Bush hizo entrar en vigor el aumento de las tarifas migratorias. Con este incremento, se pasa de pagar 400 dólares a los 675 dólares actuales en el momento de solicitar la ciudadanía. Un nuevo escollo que se percibe como un freno, teniendo en cuenta que tres de cada cuatro hogares mexicanos y centroamericanos, por ejemplo, tienen unos ingresos anuales que se sitúan por debajo de los 25.000 dólares.

La movilización hispana en estos comicios será determinante en las estrategias de futuro. Así lo cree la propia comunidad y, a pesar de algunas opiniones que indican que el voto hispano no tendrá todavía un impacto real determinante en estas elecciones, sí que se considera un voto muy importante. Un voto que irá ganando peso, debido a su clara influencia en el crecimiento del censo americano de población, y que en unos años inclinará la balanza claramente hacia sus intereses.

En los últimos años, han sido cada vez más los latinos que han participado en los distintos procesos electorales de Estados Unidos. La participación de candidatos hispanos, la importancia cada vez mayor del español, presente en discursos y debates… son una realidad. Alrededor de 6 millones de latinos votaron en las elecciones de 2000 y casi un millón más en los últimos comicios de 2004. A pesar del incremento significativo todavía no ha sido suficiente y los impulsores de esta campaña se plantean como objetivo ampliar esta participación con la suma de dos millones más de nuevos ciudadanos. En un país donde la población hispana ha pasado de los 35 millones en el año 2000 a los 44 en el año 2006, las cosas pueden empezar a cambiar. Más aún si se tiene en cuenta que este grupo consume más medios, tecnología e Internet que la  población general. La comunidad latina, con o sin papeles, se ha sentido en muchas ocasiones maltratada y perseguida por sus gobernantes. Ahora, muchos ciudadanos latinos, y de otras nacionalidades (se calcula que hay ocho millones de inmigrantes que residen legalmente en EE.UU. y que están en condiciones de tramitar su nacionalidad) están demandando también su derecho como ciudadanos americanos que son, de que se escuche su voz. Y como tales se espera que no falten a su cita con las urnas que el 4 de noviembre de 2008 desvelarán el nombre del 44º Presidente (o Presidenta) de los Estados Unidos. Los latinos ven llegar su momento y comienzan a reaccionar.

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