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Obama.org contra Clinton.com

Una de las características más destacadas de la campaña de Barack Obama es el uso inteligente de las herramientas de la cultura 2.0. Obama ha comprendido la capacidad política de las redes sociales digitales mucho mejor que Hillary Clinton. La senadora ha llegado tarde, y casi siempre mal (sin una sincera y profunda estrategia digital), a lo nuevo y lo emergente. Obama ve las tecnologías no como un medio «más», sino como el reflejo organizativo de una nueva cultura política. A ello se debe buena parte del éxito del senador entre los jóvenes, que sienten que el candidato les habla (conversando) con sus medios y sus códigos, mejor que su oponente.

Barack Obama ha sabido crear una esperanza de cambio. «Hope» y «Change» son, pues, las dos palabras de referencia. Cuando dice «Yes, we can« está afirmando que la unión es más que la suma. Que juntos, somos más fuertes que lo que sumamos. Que la comunidad es más potente que la suma de los individuos o que los poderosos. Por eso, «sí, se puede». Esta convicción en la fuerza, en la energía movilizadora de la comunidad se mueve más cómodamente en las tecnologías 2.0 que la estrategia de su oponente. «Solutions» dice Hillary, como argumento de peso frente a las «palabras que no solucionan los problemas». No parece que necesite a la gente para aplicarlas o para pensarlas. Y ahí radica su ruptura con los sectores más dinámicos de la sociedad.

Sobre la base de cinco principios políticos diferenciados,  cinco son los escenarios digitales donde la batalla se decanta por el senador:

1. La política de base: la política de los activistas.
2. La política del voluntariado activo: SMS y Callcenters.
3. La política digital: La publicidad online.
4. La política de proximidad, la política de bolsillo: Twitter.
5. La política de confianza en las redes: My.BarackObama.

1. La política de base: la política de los activistas. La decisión de MoveOn.org, la red de activistas más importante caracterizada por atacar duramente la política del actual presidente George W. Bush en Iraq, de dar apoyo a Obama en vistas al Supertuesday fue un endorsement definitivo entre los grupos y activistas online. Tras una consulta entre sus miembros, Obama consiguió el 70% de los votos. El director ejecutivo de MoveOn manifestó que Obama «es el mejor candidato para poner fin a la guerra, universalizar la atención de la salud, abordar el calentamiento global y cambiar ciertas prácticas enquilosadas en Washington». Cuando Obama proclama, a su vez, que «no necesitamos a alguien que sepa como jugar mejor los juegos en Washington, necesitamos a alguien que les ponga fin», los activistas de base de todo el país se sienten representados con el senador.

2. La política del voluntariado activo: SMS y Callcenters. Todos los seguidores de Obama reciben, el día de la votación de primarias en su estado, un mensaje de texto con el recordatorio de la votación y un número de teléfono para conocer el local de votación más próximo. La capacidad de los callcenters de Obama es superior a la de los callcenters Clinton, con más voluntarios y con una mejor adecuación a cada público. También con mejores estrategias de motivación para los voluntarios. Llamadas en español para hispanos, mujeres que llaman a mujeres, etc. Una segmentada y profesionalizada actuación por targets y sensibilidades que refuerza el sentimiento comunitario de la campaña.

3. La política digital: La publicidad online. La campaña de Obama ha apostado por la publicidad online, la única que crece en todo el mundo muy por encima de las inversiones en medios convencionales. Obama ha gastado 10 veces más, según los datos oficiales de la Federal Election Comission, que Clinton en publicidad digital en Google, Yahoo y Facebook. La senadora ha apostado por los consultores de medios de comunicación convencionales.

No es de extrañar, pues, que Obama, en su visita a la sede de Google el pasado mes de noviembre, consiguiera también más donaciones entres los empleados que su oponente y dijera, sin pestañear, que: «Mi ambición es cambiar el mundo como ha hecho Google». Obama ha intuido que la publicidad decisiva será la viral y para ello ha combinado muy bien los recursos publicitarios en televisión y las réplicas digitales, con piezas específicamente diseñadas para la red, en los canales de YouTube. Un buen posicionamiento en Google, con inteligentes inversiones publicitarias en los buscadores, ha completado una estrategia digital de éxito.

4. La política de la proximidad, la política de bolsillo: Twitter. Aunque todavía no es masivo, el uso de Twitter por parte de Obama es coherente con una estrategia de reciprocidad y diálogo permanente con sus bases. El senador tiene dos canales en este nuevo medio, «ObamaNews» y «BarackObama». Twitter es una plataforma de microblogging (máximo 140 caracteres) que permite, entre otras cosas, seguir y ser seguido, en una red que crece exponencialmente. Al día de cerrar este artículo, Obama tenía 7 veces más seguidores que Clinton. Y, además, seguía casi al mismo número de personas que le seguían a él. Obama, con este detalle de reciprocidad, transmite una sensación de proximidad y de igualdad, que en la red, es posible y altamente valorada. Clinton no sigue a nadie, ni el Twitter de su esposo Bill Clinton. Entiende este recurso como un mero espacio más para lanzar sus mensajes, aspecto que es interpretado como petulancia y soberbia, y que en la red tiene un coste muy alto al ser considerado casi spam, palabra maldita en Internet.

5. La política de la confianza en las redes: My.BarackObama. La campaña de Obama ya no es sólo de su equipo y de sus estrategas. Una dinámica imparable de red política se ha apoderado de uno de las principales redes de movilización. Los ciudadanos la han hecho suya, decididamente. No esperan consignas para pedir el voto, organizar encuentros, conseguir fondos o iniciar campañas. Esta capacidad «casi autónoma» contrasta, a veces, con la rigidez del Partido Demócrata que ha querido dirigir y controlar las respuestas políticas y las consignas con instrumentos como Rapid Response 2.0, que proporciona argumentos políticos online de manera inmediata a los activistas demócratas que se han apuntado a este servicio. Un buen instrumento, pero la energía y la vitalidad, junto a la capacidad autónoma y creativa de los activistas, van más rápido y se mueven mejor fuera de los muros del partido.
En las últimas primarias, nuevas herramientas de organización, colaboración e inteligencia colectiva, como Central Desktop, que son utilizadas con éxito en el mundo de la Empresa 2.0, están liderando el «movimiento» por el cambio al margen de las estructuras del partido.

 

Enlaces de interés:
El voto más ‘cíber’ de EEUU (Maruxa Ruiz Del Árbol)
Fuente: El País (02.11.2008)

Marketing, Política, Redes Sociales y Web 2.0= Obama!
Fuente: Uberbin.net (20.10.2008)

«La Nueva Comunicación: redes sociales, comunicacón viral, blogs y Web 2.0» (Taller de Comunicación Dircom. Enrique Dans y José Cervera)
Fuente: Dircom (28.05.200)

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