Publicado en: Mujeres Marie Claire.es (13.08.08)
Inicio una sección en el blog de Marie Claire hasta las elecciones presidenciales americanas del 4 de noviembre. Escribiré sobre la feminización de la política y Obama tratando estos temas: Las mujeres de Obama; La posible vicepresidenta; Michelle Obama; La feminidad de Barack Obama; El voto femenino en las elecciones; Hillary Clinton: el camino abierto para una mujer presidenta de los USA; La niña de Obama (el ejemplo que utiliza…).
Mary Lou Quinlan, fundadora de Just Ask a Woman y experta en marketing para mujeres, afirmaba -rotundamente- el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que «la mujer es Obama«.
Mary Lou destaca que el liderazgo necesario (emocional, solidario, cooperativo, flexible y pragmático) es femenino. Lo interprete o lo asuma un hombre o una mujer. Y las mujeres votan por los valores femeninos, no necesariamente por el género. Por eso puede (y debe) ganar Obama las próximas elecciones presidenciales del 4 de noviembre.
Estos nuevos valores de liderazgo son los valores del futuro. Los modelos no-femeninos están en crisis y provocan crisis. Mantenidos, artificial y forzadamente, como el patrón social dominante, fruto de su presencia autoritaria en una sociedad de discriminaciones diversas, empiezan a ceder en la empresa y en la política. Aunque resisten, insolentes y agresivos, en buena parte de nuestra vida social.
Hoy, más que nunca, lo femenino es sinónimo de moderno. La nueva modernidad es la feminidad: mérito antes que autoridad. Cooperación mejor que competitividad. Belleza, sinónimo de salud y vida natural. Coherencia y razones, por encima de la ambición y de la agresividad. Inteligencia colectiva antes que jerarquía orgánica. Emociones siempre.
Las pistas empiezan a ser evidencias palmarias. Las mujeres han ocupado (y casi copado) el protagonismo en las redes sociales. Los porcentajes hablan claro. Cuando hay cooperación, aparecen ellas y tejen la nueva realidad.
Obama, el político de las redes, puede ganar: por moderno y por femenino. Las dos caras de la nueva contemporaneidad.