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El alcalde desnudo de Nueva York

Publicado en: NY Al Día (Artículo 3. 17.08.2009) (versión pdf)(banda sonora para este artículo, sugerida por Julio Estrela)

Robert John Burck, el vaquero desnudo de Manhattan, es un conocido músico que toca la guitarra en la calle vestido simplemente con un sombrero, calzoncillos y botas camperas. Su habilidad para situar estratégicamente el instrumento musical (…) provoca el efecto óptico de un desnudo integral, que desata la hilaridad nerviosa, el rubor contenido y las bromas fáciles entre los miles de turistas de todo el mundo que ya tienen una foto con él.

Pero al Naked Cowboy, se le queda pequeño su escenario y  pretende dar el salto desde su conocido emplazamiento en Times Square al mismísimo sillón del alcalde Michael Bloomberg. «Nadie puede competir contra él, solo podrá derrotarle un tipo como yo, que solo representa a la gente y no tiene otro interés personal o económico», afirmó en una rueda de prensa callejera hace unos días al ritmo de una canción folk compuesta para la ocasión.

Burck acepta que no está preparado, pero promete trabajo, dedicación constante, capacidad de gestión y siente que puede representar a la ciudad de Nueva York. «Aprenderé» afirma convencido. Si cumple los requisitos de la Junta Electoral, podría enfrentarse el próximo mes de noviembre a Bloomberg, alcalde republicano desde 2001 después de desertar de las filas demócratas, y al candidato de este partido, Bill Thompson.

Los candidatos desnudos (o ligeros de equipaje) son una opción cada vez más frecuente en los procesos electorales en todo el mundo. Una mezcla de actitud provocadora, irreverente, que busca llamar la atención en beneficio propio, la fama fugaz y la atención mediática instantánea alimentan la ambición de todo tipo de personajes en busca de una oportunidad en la política representativa: desde músicos callejeros, a estrellas del porno o jóvenes profesionales. Pero no todo es frivolidad. Detrás de estas expresiones late una demanda insatisfecha de sinceridad democrática en nuestras sociedades que algunos saben explotar.

La actriz porno Stormy Daniels, por ejemplo, pretende enfrentarse, en las primarias más calientes que se recuerdan del Estado de Luisiana, al actual senador, el conservador David Vitter. Curiosamente, el senador fue envuelto en un escándalo político en 2007 al ser identificado como cliente habitual de una conocida red de prostitución en Washington. La actriz habla claro: «Jodiendo a la gente con honestidad» es su lema provisional para las primarias de 2010, con el que pretende desenmascarar a su oponente. «Yo no soy una hipócrita» afirma convencida de su potencial electoral y de su programa político.

En la otra punta del mundo, en un país árabe como Marruecos, la joven Kawtar Benhamu (doctora en farmacia, que ha estudiado en Polonia, EEUU y Tailandia) desafió la apatía electoral, al machismo secular y a la élite del partido gubernamental en las pasadas elecciones municipales de junio, con una campaña sexy y provocadora. Montada sobre un tractor, símbolo de su formación política, y vestida con una ceñida camiseta de escote generoso se enfrentó a los aspirantes nacionalistas e islamistas con un discurso basado en la «autenticidad y la modernidad».

En Estados Unidos o en Marruecos, en todas partes del mundo democrático, existe una fatiga real entre los electores causada por las candidaturas previsibles, concebidas desde las paredes del poder económico y político, que puede dar sorpresas. Los candidatos «alternativos» presentan su desnudez como una metáfora de su libertad y como un símbolo de no estar hipotecados por los compromisos públicos u ocultos que intuyen los electores entre los candidatos «oficiales». Hay desfachatez y provocación gratuita muchas veces, pero también existe un trasfondo ético en la estética del desnudo. Veremos que pasa en noviembre, en Manhattan.

Otros artículos en NY Al día:
– 1. Todos somos protagonistas
– 2. La juez que surgió del Bronx

Enlaces de interés:
Naked Cowboy (documento power point)

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Un éxito relativo de los republicanos
Fuente: El País (21.01.2010)

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8 COMENTARIOS

  1. A mí personalmente me parece una buena manera de protestar porque, sin duda alguna, estas iniciativas no dejan a nadie indiferente.
    Eso sí, ya era hora de que slaiera a la palestra un candidato masculino xD
    Un saludo.

  2. Buenos días Antoni. El problema es, en este caso, la caricaturización que puede hacerse de una tarea que es bastante loable, como la política. Ahora, eso sí, es una invitación como dices, a que la inmensa medianía, esa que no sale en «squechs» vaya decidiendo que es muy digna su postura ( le de la gente normalita) y podría ser más digna su participación, sin caer, como otros, en extremos o «caricaturas».

  3. Idoia
    Sí, la política es loable y necesaria…, pero también es cierto que estas provocaciones (que buscan mayoritariamente la notoriedad personal) se sustentan sobre un caldo de cultivo de cansancio y de insatisfacción del que pueden salir: músicos de la calle, como Burck; cómicos como Grillo (en Italia); o actores como Brad Pitt que algunos lo promueven como «major»… 🙂
    http://www.wearyourstory.com/brad-pitt-for-mayor.html
    🙂

  4. No conocía al cowboy desnudo. Efectivamente, esta reflexión sobre desnudo, sinceridad, provocación, parodia y estética del despojo (despojado de ropa) dice mucho de la política actual (y no tan actual, no olvidemos a Reagan y su pasado de actor cowboy). Esto también me hace pensar sobre el clásico cuento del emperador desnudo, sobre la corte aduladora e hipócrita, sobre la sinceridad del niño o la intrepidad del loco, sobre la necesidad de fábulas, sobre el querer creer y el creer ver, etc.

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