«La recesión ha atajado el ascenso de las clases medias por primera vez en medio siglo. Así fue cómo la mayoría silenciosa se convirtió en la increíble clase menguante».
(…) Últimamente, los políticos españoles parecen contagiados por la obsesión de Obama por las clases medias. Esta semana, parecían incapaces de afrontar un canutazo sin pronunciar estas dos palabras mágicas. En el caso de los socialistas, para pedir un esfuerzo a las «amplísimas» clases medias que «conforman la base de la recaudación fiscal». Y, en el caso de los populares, para denunciar que el Gobierno «está clavando un puñal» en la espalda de este estrato de la sociedad.
En realidad, lo extraño es que las clases medias no copasen el lenguaje político mucho antes. Es una de esas expresiones —como «centro» o «progreso»— que carecen de significado real. O, mejor dicho, que tienen tantos significados como personas que la escuchan. «Es una idea muy seductora para la clase política», dice Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación. «Es otra manera de referirte al centro. Es la política para la mayoría, para la gente corriente. Además, evoca el ascensor social: nadie quiere ser pobre, todos queremos progresar» (…)
Entrevista con Gonzalo Suárez para La Razón (04.10.2009). Ver reportaje completo (versión pdf, 3 páginas)
Gonzalo Suárez me entrevistó para su reportaje sobre la importancia de las clases medias en el debate político: http://tinyurl.com/yd74kle
[…] Antoni Gutierre Rubí y las definiciones sobre clase media. Esas que soportan la mayor presión fiscal y marcan la estructura vertebral recaudatoria. […]