Un goteo de imperdonables errores y sospechosos detalles han intentado minar las posibilidades del senador por Illinois, Barack Obama, en su camino como precandidato demócrata a las presidenciales del 2008. La prestigiosa CNN se ha disculpado recientemente con Obama por la confusión con el nombre de Bin Laden que se produjo en un gráfico donde figuraba «Obama» como el primer nombre de «Osama Bin Laden». Un grave error que puede dañar seriamente las expectativas políticas de quien el próximo día 10 de febrero presentará formalmente su precandidatura, mientras mide sus fuerzas y apoyos.
Este incidente es uno de los tantos que ha suscitado las dudas de algunos medios independientes, como la plataforma Democracy Now!, sobre la cobertura imparcial de Obama por parte de los medios de comunicación. También, casualmente y de manera simultánea, algunos comentaristas y opinadores conservadores (y no pocos demócratas) han comenzado a destacar el segundo nombre de Obama, «Hussein», con el objetivo, mal disimulado, de minar la percepción positiva que la opinión pública norteamericana tiene del senador y de su impecable familia. Algunos han ido más lejos, como el analista Jeff Greenfield, quien comparó la forma de vestirse de Obama con la del Presidente iraní Ahmadinejad, también en la CNN. Círculo completo: Bin Laden, Sadam Hussein y Mahmoud Ahmadinejad.
Pero estas zancadillas no han intimidado a Barack Obama ni han debilitado su conexión con el electorado norteamericano como lo demuestra el éxito de la reedición de sus memorias de juventud, publicadas hace ahora una década. La sinceridad de Dreams from my father: A story of race and inheritance (Sueños de mi padre: un relato de raza y herencia), en donde confiesa que consumió cocaína, y su naturalidad en reconocer que fue un error pueden batir récords políticos y mediáticos. Más de ochocientos mil ejemplares son un anticipo de su tirón electoral.
Todo ello en un contexto político en el que la presencia afroamericana en la política estadounidense tiene nuevas y fuertes visibilidades. El renovado Congreso elevará a posiciones de poder a más legisladores afroamericanos que nunca. Cuatro de ellos, posiblemente, estarán al frente de comités y se espera que hasta 20 más estén al frente de subcomités. Tanta visibilidad y fortaleza han hecho reaccionar a los líderes demócratas con recelo y cautela y presionan a sus congresistas y senadores para suavizar el empuje reformador de muchas de sus iniciativas legislativas.
Y por si fuera poco, el congresista demócrata por Minessota, Keith Ellison, juró —por primera vez— su cargo sobre un Corán que perteneció al mismísimo Thomas Jefferson y que estaba en la Biblioteca del Congreso. Ellison, que se convirtió al Islam durante sus años universitarios, juró frente a la católica Nancy Pelosi, la primera mujer que ocupa la presidencia de la Cámara de Representantes en los Estados Unidos de América y que votó en contra de la Guerra de Irak y a favor del uso médico de la marihuana.
La historia, y la democracia, han hecho coincidir tres potentes imágenes de la nueva sociedad, como símbolos del irresistible cambio cultural y político del partido demócrata. De momento, ya tenemos a una mujer presidenta, a un congresista afroamericano musulmán y a un precandidato negro para las primarias demócratas. No está mal para la esperanza. Sólo falta que no confundan a Obama con Osama, ni a Hillary Clinton con su esposo Bill. Y que junto a John Edwards, Tom Vilsack, Dennos Kucinich y los que puedan llegar, disputen unas primarias determinantes para los EUA y para todo el mundo.
Un nuevo ciclo político puede abrirse en los EUA, con nuevos candidatos y candidatas demócratas, que representan otras sensibilidades, procedencias y proyectos. Su éxito, sea cual sea el desenlace, influirá en el futuro del planeta y puede representar una oportunidad decisiva para la paz, la democracia y el desarrollo justo y sostenible.
Fotografía: Lubo Minar en Unsplash
Documentos de interés:
Colorado Billboard Shows Obama As Terrorist, Gangster, Bandito And Gay Man (Rachel Slajda)
Fuente: TPM Muckraker (14.12.2010) (via @montsefc)
Una papeleta de voto rebautiza a Obama como «Barack Osama»
Fuente: ABC 12.10.2008
La música de Obama
Obama y Clinton sacan las navajas
Fuente: La Vanguardia 23.02.2007 (versión en pdf)
Hollywood se apunta a Obama
Fuente: ABC.es 22.02.2007 (versión en pdf)
Barack Obama promete una revolución de la política en EE.UU.
Fuente: El País 11.02.2007 (versión en pdf)
Obama reclama la herencia de Lincoln
Fuente:La Vanguardia 11.02.2007 (versión en pdf)
Sorprendente papeleta de voto en EE.UU con error en el apellido. Ya lo decía yo que Obama no es "Osama": https://www.gutierrez-rubi.es//?p=56
Colorado Billboard Shows Obama As Terrorist, Gangster, Bandito And Gay Man, via @montsefc añadido bajo este post http://tinyurl.com/38mx7je
[…] este artículo, “Obama no es Osama”, en febrero de 2007. En él hablaba de los continuos errores y sospechosos detalles que habían […]
[…] Londres, París, Roma, Madrid i Barcelona. L’actual president dels Estats Units ho recorda a Somnis del meu pare, les seves memòries publicades el 1995, quan encara no es dedicava a la […]
[…] que s’utilitza la religió contra Obama. El president ja va ser objecte d’una brutal campanya de desprestigi sent candidat quan, deliberadament, els mitjans ultraconservadors van utilitzar el seu segon cognom […]
[…] voz puede cambiar América (28.01.08) – Go to Obama (14.07.07) – La música de Obama (28.02.07) – Obama no es Osama […]