PIE DE FOTO ELECTORAL (13)
Faltan muy pocos días. Los preparativos están en marcha. La fotografía de David Aguilar nos muestra a un funcionario colocando las urnas en un almacén de Vitoria, a la espera de que sean trasladadas a los colegios electorales donde los ciudadanos vascos podrán ejercer su derecho al voto para las elecciones del próximo domingo 21 de octubre.
Decía el fotógrafo Emmet Gowin que «la fotografía es una herramienta para tratar con cosas que todos conocen pero que nadie presta atención. Mis fotografías se proponen representar algo que ustedes no ven». ¿Qué nos representan estas urnas inertes, apiladas hoy como mercancía? Es evidente lo que fotografía Aguilar, pero ¿qué quiere mostrarnos?
Esta imagen y, en particular, su iluminación, nos interroga. El ambiente industrial (un almacén) contrasta con la luz que se amplifica, desde el fondo, por el efecto reflejo del metacrilato de las urnas. Pareciera la luz de la democracia. Pero no ilumina toda la estancia. Sombras interiores, claros exteriores.
A pesar del entorno frío y práctico, nuestro funcionario protagonista cuida las urnas con delicadeza y esmero. Alineadas, ordenadas, apiladas, transmiten confianza y seguridad. Quizás lo que la democracia y sus prácticas, instituciones y representantes han dejado de significar para muchos ciudadanos. También en el País Vasco.
Vistas a través de los ojos del fotógrafo, estas urnas me parecen frágiles. En otros contextos electorales, las urnas son de cartón reciclable, no de plástico. A pesar de su resistente material, esta imagen me inquieta. Parecen urnas de cristal. Nuestro sistema democrático lo parece también, cada día más. Este es el mayor desafío: la vulnerabilidad, por incapacidad de respuesta y dirección, de la política democrática frente a los retos sociales y económicos que esta crisis agudiza con dramáticas consecuencias.
Estas urnas son también transparentes (aunque la política no siempre lo sea). Estas elecciones llegan en un momento crítico para la política: crisis aguda de legitimidad, mientras tramitamos nuestra retrasada Ley de Transparencia y el Gobierno «esconde» las aportaciones ciudadanas al redactado.
«Cuando estoy haciendo fotos, lo que estoy haciendo en realidad es buscando respuestas a las cosas» afirmaba el fotógrafo Wynn Bullock. En cada sobre, en cada papeleta, hay una afirmación cívica e individual y una petición social y colectiva. Preguntas que no siempre encuentran respuestas. Este domingo las urnas se abrirán. Los partidos políticos deberían saber que, más allá del resultado, hay una latente y creciente petición democrática: queremos otra política y otros partidos.
Hoy mismo, en La Cuarta Página de este diario, José María Izquierdo publica un artículo con el imperativo título: A favor de los políticos. Y de que cambien. El autor se pregunta: «¿Mejora de la representación política? ¿Listas abiertas? ¿Oír al pueblo? ¿Echar a los corruptos? Pues sí. Pero que esas reformas, y otras muchas, las hagan los políticos honrados y capaces que elijamos en las urnas». Las elecciones son, otra vez, una oportunidad. El tiempo para la reacción política, del conjunto de las instituciones y de los actores políticos, es cada vez más escaso y urgente.
El domingo se contarán los votos y el escrutinio electoral tendrá todo el protagonismo. Pero el escrutinio de la sociedad crítica es audible y visible, aunque no se contabilice. No nos confundamos: la ciudadanía no quiere ser escuchada —y decisiva— un día de los 1.460 días de una legislatura. Los quiere todos. No hay tiempo que perder.
(La fotografía comentada es de ©David Aguilar)
Publicado en: El País (16.10.2012) (blog Micropolítica)
Fotografía: Lucía Garó para Unsplash
Urnas transparentes, política opaca http://t.co/PryKzLRK
#Recomano "Urnas transparentes, política opaca de @antonigr http://t.co/PP9rFxba M'ha semblat força interessant la reflexió…