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Elecciones Abiertas. Elecciones Presidenciales Estadounidenses 2012

Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2012 se han definido básicamente por la situación económica del país, pero -sobre todo- por la percepción que los ciudadanos tienen de esta. Al final, los republicanos han querido presentarlas como un referéndum sobre el trabajo de Obama como Presidente, mientras que él ha intentado centrarlas en una elección entre dos ideologías, estilos y actitudes completamente distintos y dos concepciones sobre cómo liderar el país.

Claves de las elecciones norteamericanas:

1. Votos electorales y Estados decisivos. Los colegios electorales son un grupo de representantes escogidos por cada Estado para elegir al Presidente. Los 538 votos electorales corresponden a los miembros de las dos Cámaras del Congreso.
En 2008, Obama obtuvo 365 votos electorales a diferencia de los 173 de McCain. El sistema de colegios electorales supone que hay ciertos Estados demócratas y ciertos Estados republicanos por excelencia, lo que significa que esos pocos que no se identifican como azules o rojos, son los que acaban definiendo las elecciones. Estos Estados se convierten en la máxima expresión de un campo de batalla y es en ellos donde se invierte más tiempo, dinero y esfuerzos. Ahora bien, algunos son más importantes -o decisivos para ganar- que otros. En general, los Estados con mayor número de votos se convierten en la principal baza electoral;  Florida (29) y Ohio (18) suelen estar siempre entre los primeros.

Actualmente, Barack Obama cuenta con 217 votos electorales (además de los 64 que provisionalmente tienden al azul, demócrata) y Mitt Romney con 191 (y los 15 que suelen decantarse por el rojo, republicano). Así, serían un total de 59 los votos decisivos que definirán las elecciones.

Para que Romney se proclame vencedor, deberían darse cualquiera de estos dos escenarios:

1) Ganar las victorias “Bush”, lo que significaría que debería ganar en Virginia (13), Florida (29) y Ohio (18). En este caso, solo le haría falta un Estado más (cualquiera) para completar los 8 votos electorales restantes. No obstante, las encuestas en Ohio no han sido constantes. A pesar de que inicialmente la tendencia favorecía a Obama, los resultados de la última encuesta realizada después del primer debate presidencial han demostrado lo contrario.

2) Reemplazar Ohio por Wisconsin y Colorado. Si Romney pierde, ya sea Ohio, Florida o Virginia, la situación se le complica, tiene que reemplazar estos Estados por otros con menos votos electorales.

2. Encuestas. Un día antes de que se celebrara el primer debate entre los dos candidatos, Obama lideraba ligeramente en los grandes temas de campaña por delante de Romney, según la última encuesta del Washington Post. Sin embargo, la fragilidad y volatilidad tan caracaterísticas del voto en EE UU hace que exista una importante disparidad entre el resultado nacional y el de los aclamados Estados decisivos, en los que el Presidente mantiene una ventaja hasta de diez puntos en alguno de ellos. A nivel nacional, los resultados de septiembre se mantienen, con un sutil liderazgo del Presidente, de un 49% de la intención de voto sobre un 47%.

Pero, un día después del debate, una encuesta publicada por We Ask America demostró que la buena actuación del candidato republicano habría reducido la brecha en los Estados más importantes: en Ohio, por ejemplo, Romney habría obtenido un 47% versus el 46% de Obama. Los picos en las encuestas tienden a ser circunstanciales y proclives a cambios. En general, la tendencia se mantiene y Obama continúa liderando pero habrá que estar pendiente del resultado final de los debates.

3. Estrategias. Las estrategias que se han implementado en estas elecciones tienen mucho que ver con la segmentación que se llevó a cabo en 2008, con las nuevas tendencias en Social Media. En esta campaña, el equipo de Obama ha explorado una alta variedad de recursos específicos ajustados a realidades sociales, territoriales y culturales.

Lo central del microtargeting es que se están invirtiendo enormes cantidades de dinero para llegar a muy pocas personas, pero decisivas en los Estados clave. Cada vez la segmentación es más específica. En la campaña de Obama se pueden encontrar estrategias para los amantes de los perros o para los profesores de escuela, por ejemplo. El riesgo está en la posible pérdida del mensaje global en esa súper-segmentación de públicos. Cada estrategia utilizada para cada comunidad debe ser coherente con la estrategia general.

Otra de las constantes de esta campaña es la íntima relación entre la campaña offline y online, con un uso destacado de las redes sociales. Uno de los recursos más utilizados está siendo la videopolítica o vídeos de respuesta rápida. Ambos equipos han sostenido una guerra digital y viral a través de YouTube. Casi a diario, un equipo de campaña publica un vídeo de ataque -o defensa- en cuestión de minutos; estadísticas, clips de otros vídeos y entrevistas en medios, suelen ser su materia prima, pero son los vídeos, construidos a partir de una frase fuera de contexto, los que más impacto han causado.

La tercera estrategia que se ha implementado en estas elecciones es la del bracketing u horquillado, en la que portavoces (o surrogates) de campaña intentan sabotear el mitin o presentación del otro candidato.  El bracketing se ha convertido en un elemento central en estas elecciones ya que delega a protagonistas secundarios el poder de manipular el mensaje del otro superponiendo el suyo. Es sin duda una herramienta de ataque que ha incidido en el negativismo que lograron alcanzar las campañas durante el pasado verano.

Hitos de campaña

Generalmente en campaña hay tres eventos clave que marcan hitos importantes: la elección de vicepresidente -en este caso la elección de Paul Ryan como candidato republicano-, las convenciones nacionales  y los debates. Romney llevaba luchando por superar las secuelas de un cruel verano que le había sometido a una defensa constante durante la mayor parte del tiempo. Además, su elección de vicepresidente tan solo había impulsado su aceptación en las redes sociales, pero no había incidido en la intención de voto y, al lado de la convención demócrata, la republicana había resultado un fracaso.

El primer debate presidencial celebrado el 3 de octubre en Denver, Colorado, se perfilaba como la última oportunidad del republicano para reducir la brecha que lo alejaba del Presidente. Sus comentarios sobre el 47% de la población -a quienes acusó de depender del Gobierno y sentirse víctimas- animaron las apuestas. Más allá de defender sus políticas, lo que se esperaba del candidato es que no metiera la pata y lograra mostrarse como un buen Presidente.

Romney superó la prueba, y con creces. El candidato logró transmitir una confianza sin precedentes, reiterando una visión alternativa sobre cómo recuperar la economía del país, controlando su mensaje y mostrando una telegenia que no se le había visto antes. Los dos contendientes parecieron intercambiar los roles. Obama fue quien luchó por defender su terreno, frunciendo el ceño y pareciendo poco enérgico la mayoría de las veces. Romney logró darle un vuelco a su campaña.

Esta sorpresa política llevó al candidato y a los republicanos a jactarse de ello, con una nueva confianza y seguridad de campaña, redefiniendo su estrategia. Los asesores de Romney anunciaron una reinvención del candidato apuntalada en la cobertura de la imagen positiva que habría recibido después de ese primer debate. Su objetivo se centra en mostrar que el Romney del debate es el verdadero Romney.

Las elecciones van a ser muy ajustadas y la victoria se decidirá por muy poco margen. Mitt Romney ha conseguido ser ya el candidato del establishment económico. A Obama le falta -todavía- cohesionar a la amplia, diversa y plural alianza de voto urbano, joven y de las minorías. Si lo consigue, será -de nuevo- el próximo presidente de los Estados Unidos.

Publicado en: Revista Más Poder Local13 (Octubre 2012) (version .PDF)

Enlaces de interés:
La segmentación electoral: la información es poder (artículo de Xavier Peytibi en este mismo número de la revista Más Poder Local)

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