El 5 de marzo de 1960, en los funerales por las víctimas de la explosión de La Coubre, el cubano Alberto Díaz (Korda) realizó una fotografía que es —seguramente— una de las más icónicas del siglo XX. En ella aparecía el Che Guevara, con 31 años, con su característica boina negra mirando a lo lejos. Pero esa fotografía no sería publicada hasta 1967, año en que murió. Inmediatamente después, el artista irlandés Jim Fitzpatrick versionó la imagen en blanco y negro, convirtiéndose en la que todos recordamos y hemos visto en infinidad de camisetas, carteles, banderaa…. Un poco más tarde fue versionada también por Warhol, quien le añadió color al mismo esténcil (en realidad, no fue Warhol, pero quiso aprovechar el trabajo de un imitador y quedarse con los derechos). Korda jamás reclamó los derechos de autor, puesto que compartía ideología con el Che y quería difundir su memoria.
A finales de los 60 y en los 70 se empezó a difundir en todo el mundo la foto del Che Guevara dibujada con lápiz grueso, la versión de Fitzpatrick. Estampada en las calles, camisetas y banderas, llegó a ser considerada un icono de la libertad y de la revolución. Incluso ese efecto gráfico «stencil» fue nombrado como «efecto Che Guevara».
Tanto ha funcionado en la mente colectiva la icónica foto del Che en esténcil que, desde entonces, su uso vinculado a políticos ha sido constante, especialmente en relación a aquellos que luchan por posicionarse como «outsiders» o «rebeldes» al sistema. El ejemplo más reciente en España lo tenemos en las elecciones europeas de 2014, con el logo del partido Podemos, la imagen, en esténcil, de su líder Pablo Iglesias.
Aunque unos años antes, en 2008, y con color, ya se había usado ese efecto, en el famoso cartel realizado por Shepard Fairey:
En Estados Unidos, otro candidato que uso el esténcil en alguno de sus carteles y banners es Ron Paul, el outsider conservador del partido republicano.
En Venezuela, muchos muros también usaron el esténcil para publicitar a Hugo Chávez, relacionándolo directamente con el Che Guevara. También lo hace el actual presidente Nicolás Maduro:
También en Brasil, la reciente victoria de Dilma Rousseff hizo que su imagen, en esténcil, recorriera las calles de Sao Paulo a través de grandes pancartas.
La creación de imágenes en esténcil, en política, (que pueden parecer también graffittis) se relaciona con la rebeldía; también, con la juventud, con la idea de no ser como los demás, con la idea de cambio y de revolución. Aunque sólo aquellos políticos que tengan la suficiente credibilidad entre sus votantes pueden usarlas con efectividad.
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(Fotografía Che Guevara)