Özgecan Aslan, una estudiante de 20 años del sur de Turquía, fue violada y asesinada el pasado 13 de febrero por el conductor de un autobús que luego quemó su cuerpo, ayudado por un amigo y su padre, después de cortarle las manos. La brutalidad del asesinato, sumado a la política de islamización del Presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, y al aumento de la violencia contra las mujeres, hizo que el caso se difundiera rápidamente y que las protestas, ingentes, contarán con miles de manifestantes en todo el país (la gran mayoría, mujeres). El clima actual en Turquía ha hecho que, en 2014, los casos de violencia de género hayan aumentado en un 40% respecto al año anterior. Pocos días antes del feminicidio, se conocía, también, la propuesta del director de un instituto de crear grupos de chicos acosadores «para disuadir a las niñas de llevar las faldas cortas».
Al funeral de Özgecan asistieron alrededor de 5.000 personas y las mujeres desafiaron al imán al asistir a la oración junto con los hombres, y al llevar su ataúd sobre los hombros, en contra de la tradición religiosa. Este hecho captó todavía más la atención de las redes sociales, que se llenaron de historias de mujeres que explicaban lo que sentían cada día cuando eran acosadas, con el hashtag «#sendeanlat» («también debes contarlo»). El día siguiente al funeral, además, fue bautizado como «lunes negro», donde decenas de miles de personas vestían de negro para recordar el estado de violencia contra la mujer. En ese contexto, el joven turco Erkan Dogan lanzó la campaña #ozgecanicinminietekgiy («ponte falda por Özgecan») en Facebook y Twitter, vistiendo con una minifalda para agitar la conciencia de los hombres turcos contra la violencia machista. Para empezarla, se vistió con falda en la plaza Taksim de Estambul, el 20 de febrero. La imagen dio la vuelta al país, a través, sobre todo, de la Red.
Erkan se arriesgó al ridículo y la burla por parte de la arraigada cultura patriarcal de Turquía, pero, sin embargo, su acto fue rápidamente repetido en todo el país por infinidad de hombres ―la mayoría jóvenes―, que empezaron a subir sus fotografías con falda a Twitter, Facebook e Instagram, así como sus propios vídeos. Y lo hicieron en la Red, pero también en las calles, haciendo visible su protesta. La manifestación más numerosa tuvo lugar el día 21 de febrero, en Estambul. Allí, muchos de los presentes llevaban faldas, en homenaje a las mujeres, y esas imágenes se subían a Internet casi inmediatamente, dando la vuelta al mundo. En numerosos países, otros jóvenes se vistieron con faldas y subieron también sus propias imágenes, sumándose así a la protesta.
La Red es una gran herramienta para la protesta, porque permite organizarse, sí, pero también porque permite que cualquier situación se difunda más rápidamente que nunca. Ninguna manifestación ni ninguna presión al Gobierno turco hubiera sido posible, de manera tan efectiva, sin la ayuda de la propagación exponencial en las redes sociales, y del impacto visual de algo que llamaba la atención de forma tan clara, como eran tantos jóvenes con falda.
Hombres defendiendo a mujeres, como ya ocurrió en la India, después de la violación y asesinato de la joven Amanat, también en un autobús, a manos de seis hombres, en diciembre de 2012. A raíz de ese caso, fueron numerosas las campañas de concienciación impulsadas, especialmente en vídeo, donde destaca esta pieza viral que transcurre en un parque de la ciudad, donde son los hombres quienes rodean a una mujer con el objetivo de protegerla para que no sea acosada.
Sin esas movilizaciones, organizadas en la Red pero con gran presencia en las calles, no se hubiera conseguido que todos los estamentos del Gobierno turco, incluido el presidente Erdoğan, se vieran obligados a hacer declaraciones y a prometer acciones concretas para aumentar la seguridad de las mujeres y el respeto hacia ellas. Falta ver si se conseguirá un cambio real en la sociedad y en sus políticos, o si se trata sólo de un lavado de cara.
Publicado en: Reforma.com (México)(18_Tendencias Globales. 29.03.2015)
Fotografía: Unsplash en colaboración con Alex Shuper
Si los varones volvieran a vestirse con faldas no habría esa discriminación y abuso contra la mujer. Pues al estar hombres y mujeres con faldas, no serian tentados los caballeros a intentar subirle las faldas a la mujer.
El pantalón fue utilizado para discriminar, y humillar a la mujer; (es la prenda mas exhibicionista y sexista que se haya utilizado; y en especial para el varon, pues la anatomía de la mujer es diferente, y un pantalón en la mujer no es tan INSINUANTE, ni tan exhibicionista como en el hombre. Lo mas decente, cómodo, y SALUDABLE para vestirse un varon es una falda o un vestido con falda.
Por tradición los hombres desde siempre se habían vestido con faldas, solo hace 300 años que los obligaron a usar pantalón.
El pantalón es la prenda menos adecuada para un hombre; el calzoncillo bóxer, hace las veces de férula en los genitales, (propiciando mal funcionamiento, y discapacidades), la costura central del pantalón maltrata, magulla e incomoda todo el tiempo los genitales; la correa o cinturón hace las veces de torniquete, y obliga al corazón a bombear la sangre con mayor esfuerzo, (para vencer la contracción que hace el torniquete), y por mala irrigacion sanguínea afecta: el aparato digestivo, el sistema urinario, el aparato reproductor. Ademas con el uso del pantalón el hombre ha terminado orinando de pie lo cual es totalmente antinatural. Las Faldas y los vestidos con faldas para los hombres son suprema-mente SALUDABLES, CÓMODOS Y CONFORTABLES. El pantalón, el calzoncillo ajustado, la costura central del pantalón, y la correa o cinturón, están promoviendo las enfermedades modernas de los hombres: IMPOTENCIA, ESTERILIDAD, PROBLEMAS DE LA PRÓSTATA Y POSIBLEMENTE CÁNCER DEL TESTÍCULO.
Ninguna parte del cuerpo del varon se maltrata mas que los genitales.
Por salud y comodidad mejor usar FALDAS O VESTIDOS CON FALDA