Entrevista de Germán Pacheco (Kuorum.org) que reproduzco a continuación.
Antoni Gutiérrez-Rubí es uno de los asesores políticos más reputados de España y Latinoamérica. Director de Ideograma, consultora que fundó hace 30 años, considera que los partidos tienen todavía mucho que avanzar comunicativamente, sobre todo en el terreno online: «su comprensión de Internet es limitada y reduccionista».
Antoni Gutiérrez-Rubí (Barcelona, 1960) es asesor de comunicación y consultor político en España y Latinoamérica. Actualmente es director de Ideograma, una consultora que fundó hace ya 30 años. Como buen experto y apasionado de la comunicación, tiene un blog —gutierrez-rubi.es— en el que publica su trabajo y que este año ha sido galardonado por cuarta vez consecutiva como el mejor en impacto informativo en la VictoryAwardConference, que otorga los premios más prestigiosos de la consultoría política en Iberoamérica y Estados Unidos. Además, es articulista en diversos medios de comunicación —El País, El Periódico, Cinco Días— y ha escrito varios libros, entre los que destacan Políticas. Mujeres protagonistas de un poder diferenciado (2008) y La política vigilada. La comunicación política en la era de Wikileaks (2011). Con tono cordial y seguro, demostrando un profundo conocimiento de la materia, explica su visión de la comunicación política digital y la importancia de ésta para involucrar al ciudadano y mejorar la calidad democrática.
¿Cómo entró en el mundo de comunicación política?
Entré en el mundo de la comunicación política de la mano de la publicidad electoral, que es una parte muy visible pero a mi juicio cada vez menos relevante y pequeña de lo que yo entiendo que es la comunicación política. Yo era diseñador gráfico y entré como junior en una agencia, ahí tuve mi primer contacto con la comunicación política. Con el tiempo y gracias a mis habilidades pasé de las formas al fondo y de la gráfica a los conceptos. Al poco tiempo empecé a trabajar por mi cuenta y monté un estudio gráfico de diseño en el que mis primeros clientes fueron políticos.
Es experto en comunicación política. ¿Qué es ser un profesional de la comunicación política?
Depende de quién te lo cuente. Yo creo que en la comunicación política, como en muchas otras profesiones en la que tienen un papel importante las ideas y la innovación, hay una gama muy amplia de estilos, formas, enfoques, estrategias y prioridades. Es difícil generalizar. En todo caso, mi idea es que la comunicación política no es sólo una disciplina para conseguir éxitos políticos y electorales sino que tiene que ayudar a generar una mayor politización de la sociedad y una mejor interacción entre representante y representados. En la medida en que esto ocurre, se mejora la política y en consecuencia, mejora la democracia. En resumen, diría que hay una parte técnica, que es la eficacia política y electoral en rendimiento y resultados, y una parte de compromiso cívico en la mejora de la calidad de la política y de la democracia.
El 16 de septiembre en el Congreso se celebra la I Conferencia Internacional de Comunicación Política Digital. Usted es un referente en este campo y conoce bien las herramientas que allí se van a presentar (Kuorum.org, Change y Osoigo). ¿Cree que estamos muy lejos de las estrategias de política en red que ya se aplican en otros países?
No estamos muy lejos. Hay conocimiento y acceso a las herramientas, así como buenas prácticas. Lo que no hay, a mi juicio, es una profunda y completa comprensión por parte de los actores políticos de su potencial y de cómo cambian las relaciones y la manera de hacer política. También hay un creciente interés por parte de la opinión pública y de los medios de comunicación, pero existe una gran distancia respecto a la motivación, el interés y el uso que pueden hacer los actores políticos de ellas.
¿En qué fallan los partidos políticos españoles en su comunicación?
Todo el mundo habla de comunicación digital y muy pocos la entienden. Siguen viendo lo digital e internet como el quinto espacio (prensa, radio, televisión, publicidad exterior e internet). Hay pocos partidos que diseñan una comunicación webcéntrica y muy pocos partidos que contemplan lo digital en el epicentro de su estrategia. Creo que eso se debe a una comprensión limitada y reduccionista de lo que es internet, disminuyéndolo a redes sociales y a un espacio más en el que hay que estar, de la misma forma en que se está en prensa, radio y televisión.
¿Qué visión hay que tener de internet a su juicio?
Hay que contemplar que la cultura digital y en particular los dispositivos móviles están modificando radicalmente la manera que tenemos los ciudadanos de estar en los entornos comunicativos y políticos, y eso nos da un nivel de protagonismo, empoderamiento y activismo que modifica las relaciones. Hasta que las fuerzas políticas no comprendan a fondo que ciudadanos motivados y conectados no son ciudadanos pacientes y silentes, su modelo de relación con ellos seguirá siendo muy distante y con una posición pretenciosa e insuficiente.
¿En qué aciertan los partidos en su comunicación?
Aciertan en comprender que lo nuevo y lo emergente empieza a ser determinante, en la intuición de que hay que estar, en la idea de que hay que prepararse y dotarse y en que empiezan a darse cuenta de su relevancia y su importancia electoral. Sin embargo, no lo entienden. Se dan cuenta de que es importante, pero el desacierto es que no lo comprenden lo suficiente.
Otra cosa en la que aciertan es en que para sus equipos de estrategia, la monitorización digital o digital clipping empieza a ser una realidad y comienzan a contratar a expertos en este tema. Por último, diría que aciertan algunos políticos dentro de las distintas formaciones cuando se creen esta realidad como una nueva oportunidad para hacer nueva política.
¿Nota algún cambio en la forma de comunicar de los partidos tradicionales de cara a las generales? ¿Qué opinión le merecen las «transformaciones» en la manera de comunicar que buscan PP y PSOE últimamente?
Los partidos tradicionales pensaban que las alternativas venían por la alternancia, que simplemente con estar presentes les iba a tocar gobernar cuando el otro lo hiciera mal. Ahora vamos a un escenario nuevo en el que las alternativas no sólo serán por alternancia sino por la construcción de mayorías dentro y fuera del parlamento. Esa competencia con nuevos actores está obligando a las fuerzas tradicionales a mejorar. El problema es que han perdido mucho tiempo y ahora se les agota, pero creo que va a haber un estímulo para competir, hacer las cosas de la mejor manera posible y darse cuenta de que las nuevas formaciones políticas son nuevas en buena parte porque han hecho nueva comunicación y porque se organizan de otra manera. Creo que las fuerzas tradicionales están sometidas a este doble reto: hacer nueva comunicación y organizarse de una nueva manera, que son ya características de los partidos emergentes y la razón por la que compiten mejor.
¿Comunican mejor los partidos emergentes?
Los partidos emergentes más que comunicar mejor, han entendido mejor el momento, el ecosistema. Han entendido mejor qué es lo mayoritario en las relaciones de comunicación, las pantallas de proximidad y el activismo en redes en general. Todos los partidos se han dado cuenta de que aunque no se puede afirmar que ganar en las redes es ganar en las urnas, casi se puede afirmar, por paradójico que parezca, que perder en las redes es perder en las urnas. Empiezan a darse cuenta claramente de que sin estrategias digitales profundas no hay victorias electorales.
Ha ganado usted en múltiples ocasiones el premio de ‘Blog del año en Márketing Político. Mención impacto informativo’. ¿Qué lo hace distinto de otros y qué impacto busca que tenga en quienes lo visitan?
Quizás una de las cosas que lo distingue es la cantidad y la calidad de los contenidos abiertos. Prácticamente publico todo lo que hago, todas las presentaciones, las pistas con las que trabajo. Pongo a disposición mi caja de herramientas con la que genero contenidos y creaciones. Otra cosa que lo hace diferente es que tiene un cierto nivel de profundidad, en el sentido de que procuro no moverme en los lugares comunes y tener una mirada muy propia y autónoma tanto del contexto, como de la actualidad.
Lo que espero que encuentren los lectores es una pasión por la comunicación política, que vean que en esto hay una profesión, una disciplina y unas prácticas que no se pueden ejercer sin un gran nivel de pasión. Yo lo vivo con mucha pasión, sigo aprendiendo y me apetece que los lectores vean esa pasión, porque creo que les ayuda a comprender mejor la política.
Recientemente ha lanzado la plataforma apps4citizens. ¿Cuál es su propósito con esta iniciativa?
Es un proyecto propio en donde buscamos crear un nudo de referencias sobre aplicaciones cívicas y aplicaciones para la política. Es un espacio que busca dar visibilidad: tenemos una appteca que busca reflexionar sobre esto y seleccionar las mejores apps, una wikapp que busca reconocer y valorar a los creadores de aplicaciones, tenemos un festival de apps y un hackapp que consiste en convocatorias para investigar, crear y desarrollar aplicaciones cívico-políticas. Creemos que tocamos desde 4 puntos diferentes la realidad de las aplicaciones cívico-políticas y que ayudamos a encontrar talentos, redes y personas comprometidas a desarrollar tecnología para la política y que sus aplicaciones sean visibles. En junio hicimos el festival y el hackapp en Barcelona, a finales de esta año lo haremos en Santiago de Chile en y febrero de 2016 en Quito. Hasta ahora tenemos 300 aplicaciones diferentes para el compromiso cívico y político muy bien valoradas por expertos de más de 20 países diferentes y para el año que viene estamos preparando un gran proyecto. Estamos creando un punto de referencia global en lengua española sobre aplicaciones, que era lo que buscábamos. Son aplicaciones que le permiten a una persona comprometerse como activista o ciudadano desde su dispositivo móvil.
Publicado en: Sabemos Digital (11.08.2015)