El moderador Chris Wallace ha sido el tercer protagonista del último debate. Con una presencia indudable (en la sala, en el escenario, en el debate y en Internet), ha creado la atmósfera de una entrevista en paralelo, más que de un debate frontal y acalorado. Con sus preguntas constantes ha forzado a los candidatos a mirarle a él, casi exclusivamente, evitando la confrontación visual y verbal entre los aspirantes. No es de extrañar que, durante toda la noche, Chris Wallace haya ocupado el primer lugar de las búsquedas de Internet. Ha sido el tercer protagonista.
El presentador del programa ‘Fox News Sunday’, con casi 30 años de experiencia en el mundo televisivo, cubrió de cerca las elecciones de 2012, en las que entrevistó a todos los candidatos de las elecciones primarias del Partido Republicano y también al nominado, Mitt Romney. Wallace ha entrevistado al presidente Barack Obama en cuatro ocasiones y también al expresidente Bill Clinton. Conocido y respetado por sus preguntas incisivas, ha demostrado una vez más su personalidad y su oficio. Los temas fueron, también, elegidos por el moderador.
Trump ha parecido esta noche más republicano que nunca (ajustado al guion tradicional del partido). Más candidato y menos personaje. Trump ‘amarrado’, contenido por el rigor del moderador y el formato, no podía dejarse llevar por su instinto, temperamento y carácter. Así, Trump pareció más presidencial, paradójicamente. Todo iba bien… hasta que Trump no garantizó que aceptará el resultado de las elecciones, situándose como perdedor. “Lo dejo en suspenso”, dijo. Ha sido el momento de quiebre de la noche y le va a perseguir durante lo que queda de la campaña.
Clinton ha estado segura y sólida. Pero ha desperdiciado su minuto final al no ser muy clara y convincente. Sin pasión. Este debate no decanta a los indecisos y no hace cambiar de voto a los que lo tienen más o menos decidido. Tampoco a los 14 millones de personas que ya han votado. Trump puede haber frenado su caída, pero Clinton tiene ventaja suficiente. Quedan días, pero la pista se le acaba al republicano.
Google fue mencionado en el debate, gran novedad. En los debates anteriores, Hillary Clinton citó su página web para la verificación de datos y afirmaciones, tanto para confirmar las suyas como para desmentir las de Trump. Esta noche, y por primera vez, ha apelado directamente a Google para pedir a los espectadores y electores que comprueben la posición pública de Trump sobre la invasión de Irak. La búsqueda se disparó inmediatamente.
La llamada ‘segunda pantalla’ (celulares, tabletas y computadoras) juega un papel clave en los debates. Los espectadores son también, y a la vez, usuarios de Internet, de sus redes. Los debates se ganan en el estudio y en la red. Los candidatos lo saben. Los electores tienen capacidad simultánea para buscar y contrastar los datos y las afirmaciones, así como los equipos de verificación de los medios.
Donald Trump ha reiterado, a lo largo de la campaña y hoy, que está siendo víctima de una conspiración de los medios contra él. Ha llegado a afirmar en su Twitter: «Estas elecciones están totalmente amañadas por Hillary La Mentirosa y por los medios de comunicación… pero también en muchos colegios electorales. ES TRISTE».
Trump anima a sus seguidores a prescindir de los medios. “No lean prensa, no vean televisión, sigan Internet”, creando el marco mental de la conspiración mediática y situando Internet como un espacio real de libertad y de sinceridad. ¿Pero esto es así?
Un estudio publicado el 14 de octubre por la Universidad de Oxford desvela numerosas de cuentas falsas disparan más de 50 mensajes al día en apoyo del candidato republicano. Uno de cada tres tuits a favor de Trump durante el primer debate los crearon robots (y uno de cada cinco a favor de Clinton). Los investigadores han descubierto a un ejército de programas informáticos diseñados para generar contenidos favorables a Trump y que intentan actuar como si fueran humanos.
Esta noche, en Twitter por ejemplo, parece que también ha ganado Trump. No sabemos la influencia de los bots todavía, pero los que decidirán son los electores, no los algoritmos. Votos, no bots.
Publicado en: Univision Política (9.10.2016)
Artículos de interés:
– Más allá de la palabra ‘concede’ (Albert Montagut. La Vanguardia, 1.11.2016)