A lo largo de la historia, hemos visto cómo en contextos muy distintos de manifestaciones, protestas, concentraciones… los ciudadanos y ciudadanas se suman a las iniciativas de manera espontánea bajo un paraguas global inicial que, en muchos casos, permite una expresión individual, más creativa y personal, que se comparte desde la propia intimidad y visión.
En los últimos años hemos visto, por ejemplo, numerosas pancartas cada vez más originales y sorprendentes como en las manifestaciones del 8M, con motivo de la celebración del Día internacional de la Mujer, donde hemos podido observar cómo estas aportaciones personales e individuales se suman de manera coral a la causa global. En cada pancarta se expresa una voz propia, una caligrafía, un mensaje, creatividad… y descubrimos al activista que llevamos dentro.
Este tipo de prácticas son una de las tantas experiencias que incluyo en mi nuevo libro, «ARTivismo. El poder de los lenguajes artísticos para la comunicación política y el activismo», que publico de la mano de la Editorial UOC.
En él, exploro la idea de que la actual desconfianza e insatisfacción con la política y las instituciones democráticas tiene que ver, en parte, con el descrédito de los lenguajes y de las formas. Por eso, creo que es momento de explorar nuevos itinerarios en la comunicación política, más allá de las tradicionales disciplinas publicitarias persuasivas. Y el ARTivismo (arte + activismo) puede brindar nuevas prácticas sugerentes para renovar la política. Y no me refiero solo a su capacidad creativa sino a los formatos organizativos que tiene detrás: la coordinación, la coralidad, la cooperación, la horizontalidad… Estas formas reflejan una semilla política esperanzadora para la innovación política.
Si bien cada práctica artivista puede estar inspirada en otras, cada una tiene sus propias particularidades y no es similar a ninguna otra. Sin embargo, encontramos ciertos elementos comunes en sus características:
- Lúdico. Son acciones irreverentes, divertidas, audaces, donde la risa es la aliada natural. Es una poderosa herramienta en la agitación política, en las nuevas expresiones y manifestaciones de artivistas y de creadores de situaciones singulares en espacios públicos. La risa desinhibe, se contagia, y tiene, a la vez, un gran atractivo y potencial subversivo
- Coral. El valor de las multitudes inteligentes que se visibiliza y multiplica. La inteligencia colectiva hace aflorar el talento compartido. Son movimientos ciudadanos en todo el mundo que se empoderan y muestran que quieren decidir, influir, actuar… con capacidad de coordinación, comunicación y visibilización.
- Transición on/off. Acciones que se piensan en red, se desarrollan en el espacio público, se expanden online y generan vínculos, relaciones, alianzas transnacionales y transgresoras.
- Híbrido. Ecléctico y participativo. Grandes fusiones de lenguajes, formatos e intervenciones. Disolución de las fronteras tradicionales de los protagonismos estéticos o artísticos.
- ARTdata. Uso creativo de la data en todas las facetas artivistas. Incorporación profunda de capacidades tecnológicas de alta gama.
- Glocales. Intervenciones locales fuertemente conectadas o inspiradas con experiencias internacionales de vocación global. Internacionalismo artivista sin fronteras.
La fusión entre el arte, las expresiones plásticas, audiovisuales, culturales… y el activismo será cada vez más una constante. Estas prácticas seguirán produciendo nuevas acciones que no sabemos cómo serán, pero, seguramente, nos seguirán sorprendiendo y emocionando. Y, de cara a los nuevos retos políticos y sociales del mundo me parece fundamental seguir pensando esta relación.
En un contexto volátil y cambiante, en un marco de desencanto y desconfianza creciente con el sistema democrático, se necesitan con urgencia nuevas palabras, nuevas formas… y, por eso, creo que los lenguajes artísticos, por su capacidad evocadora, conmovedora y movilizadora, son una energía que la política democrática y el activismo social y político no pueden ignorar.
Publicado en: Aristegui Noticias (6.03.2021)
Fotografía: Federico Scarionati para Unsplash
Los nuevos lenguajes son la luz que alumbra, otros caminos.