InicioComunicaciónComPolEtimologías políticas

Etimologías políticas

La materia prima de la política son las palabras: con ellas configuramos la realidad, relacionamos causas y efectos, establecemos objetivos y prioridades, y mostramos nuestros valores y emociones. «Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo», decía Ludwig Wittgenstein. Por ello nombrar a las cosas por su nombre, señalarlas, o incluso renombrarlas, reconfigura los límites de nuestro pensamiento, también.

El lenguaje políticamente correcto se ha degradado, en muchas ocasiones, en una insulsa y vacua locuacidad. Un bucle tedioso que no es ni claro, ni breve. Virtudes que deberían adornar cualquier proyecto político. La claridad y la brevedad casi como derechos políticos —exigibles— en sociedades hiperconectadas, ruidosas y redundantes.

Al mismo tiempo, la brutalidad y la grosería están colapsando el flujo y el ambiente del debate político. Y el deterioro asfixiante de la discusión pública provoca un efecto paradójico. Se grita (o se insulta, se calumnia o se agrede) para llamar la atención y obtener visibilidad y se produce justo lo contrario: la mayoría de las personas desconectan, se cansan, se avergüenzan.

Así, entre el tedio o el rubor, entre el cansancio o la irritación de la ciudadanía, las palabras degradadas limitan el mundo de la política. La etimología de palabra es parabola en latín y parabolé en griego. En ambas, el concepto es el mismo: una comparación, un símil, una alegoría. Las palabras nos transportan. Nos relacionan. Nos definen. Nos ilustran.

Es urgente e inaplazable un reseteo del lenguaje político. Recuperar el sentido de las palabras, volver a su esencia, a sus etimologías profundas, como sugiere Andrea Marcolongo en su vibrante libro Etimologías para sobrevivir al caos: Viaje al origen de 99 palabras. Volver a la confianza de las palabras y no al caos del palabrerío debería ser la primera tarea democrática.

Publicado en: La Vanguardia (26.03.2024)
Fotografía: Aaron Burden para Unsplash

Enlaces de interés:
Entrevista a Andrea Marcolongo «Las cosas no son como las ves. Son como las llamas.» (autora de Etimologías para sobrevivir al caos: Viaje al origen de 99 palabras)
– «Nombrar correctamente las cosas es una manera de intentar disminuir el sufrimiento y el desorden que hay en el mundo», cita atribuida a Albert Camus.

Otros contenidos

Política de influencers

En el 2024 se esperaba que la inteligencia artificial fuera un factor decisivo que cambiaría las elecciones para siempre. Y no lo fue tanto,...

¿Qué hay que saber sobre la investidura de Donald Trump?

El próximo lunes, 20 de enero, tendrá lugar la investidura de Donald Trump. Va a ser un evento seguido en todo el mundo y...

La peligrosa perfección

Otra vez los buenos propósitos, otra vez la exigencia de superación, otra vez la búsqueda de la perfección. El inicio del año nos atrapa...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.