Este artículo forma parte de la serie de contenidos del espacio ELECCIONES USA 2024, donde irán escribiendo distintas firmas invitadas.
El ataque de Irán a Israel provocó repercusiones políticas en todo el mundo. Desde octubre, el conflicto entre Hamas y Gaza se ha vuelto un claro desestabilizante para la campaña de Joe Biden. La narrativa de la «opción moral» en contra «del odio, la ira y la venganza», atribuido a Trump, se desploma ante la gestión del conflicto en Gaza.
Este tema ha generado múltiples formas de activismo social y podría desempeñar un papel determinante en la carrera hacia la Casa Blanca. El impacto electoral se centra en los jóvenes, un grupo demográfico clave para el candidato demócrata (como nos contaba Xavier Peytibi hace unas semanas).
Mientras el actual presidente camina con cuidado para evitar caer en el abismo, repasamos los puntos de conflicto interno en esta coyuntura diplomática y electoral.
- Presión dentro del partido: el descontento con la situación de Gaza se manifiesta dentro del Partido Demócrata, más allá del ala progresista.
El mes pasado, 37 demócratas, incluyendo figuras destacadas como Jamie Raskin (representante de Maryland), se pronunciaron en contra del ataque israelí a la ciudad de Rafah. En la carta sostenían que se trataba de una violación al derecho internacional y, como tal, exigían la suspensión de la ayuda militar a Israel.
Esto debilita significativamente la posición de Biden, tanto en términos de unidad dentro del partido como en su capacidad para avanzar en su agenda política y movilizar el apoyo electoral necesario, ya que Donald Trump le aventaja en la mayoría de los estados clave.
- Desafección en votantes: una encuesta de Gallup muestra que el 55% de los estadounidenses desaprueba las acciones de Israel, 10 puntos porcentuales más que en noviembre pasado. Mientras que el 36% está de acuerdo, en contraste con el 50% que aprobaba las acciones de Israel cuando comenzó el conflicto.
Los jóvenes, junto a los progresistas y árabes estadounidenses, se han mostrado en contra de la ofensiva de Israel en Gaza. Las manifestaciones se extendieron por todo el país a gran escala: autopistas bloqueadas, trenes retrasados y campus universitarios tomados.
El pedido de Biden a Netanyahu de «medidas específicas y concretas» para proteger a los civiles y trabajadores humanitarios de hace una semana no fue suficiente. En estos días, destacó el reclamo de las organizaciones de base que apoyan al pueblo palestino ante la negativa de la autorización para manifestarse en la próxima DNC (Democratic National Convention). El pasado 15 de abril, el movimiento A15action convocó a través de redes sociales un «bloqueo económico coordinado para liberar a Palestina» en todo el mundo.
El peso del voto joven: Biden necesita movilizar al electorado joven, cuya participación electoral ha ido en aumento en las últimas elecciones. Aunque las tendencias indican que las generaciones jóvenes tienden a favorecer al Partido Demócrata, una encuesta de The Economist/YouGov reveló que el 49% de los votantes jóvenes (entre 18 y 29 años) consideran que «Israel está cometiendo genocidio contra civiles palestinos», mientras que el 28% aboga por un «alto el fuego inmediato».
- Polarización política: según la encuesta de Gallup citada anteriormente, el 64% de los republicanos aprueba el accionar de Israel en comparación con el 18% de los demócratas. Sin embargo, se observa un claro declive en la aprobación en los 3 principales grupos de votantes.
La polarización de la opinión pública puede conllevar la alienación de ciertos grupos de votantes y la búsqueda de un liderazgo más crítico por parte de Estados Unidos.
Además, Donald Trump aprovechó un mitin en Pensilvania para decir que los ataques no se hubieran producido si él fuera presidente.
Biden enfrenta el desafío de equilibrar los intereses nacionales de Estados Unidos, que tradicionalmente ha apoyado a Israel, con sus propias consideraciones políticas, especialmente en tiempos de campaña. Cualquier movimiento en falso podría desencadenar consecuencias políticas y diplomáticas catastróficas.
La Casa Blanca reafirmó el sólido respaldo a Israel, aunque también advirtió que Estados Unidos no se vería involucrado en una contraofensiva contra el estado iraní. Mientras el conflicto en Medio Oriente sigue escalando, la inestabilidad crece en Washington y el interrogante de fondo se hace oír: ¿Está Biden dispuesto a seguir apoyando a Israel a costa de su reelección?
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Fotografía: Pixabay