Pedro Sánchez ha abierto un debate público profundo más allá de los contornos partidarios y mediáticos. La cuestión es el papel de la familia en el escrutinio y valoración de la vida política de nuestros representantes. ¿Dónde empieza y acaba su responsabilidad?
La ciudadanía tiene un instinto básico: como te comportas en la vida privada serás en la vida pública. Esta convicción es alimentada también por la política que usa, casi sin rubor, la vida personal en las campañas. La comunicación electoral explora las dimensiones humanas de sus candidatos como un argumento político. Las biografías son pasado y futuro.
Esta reflexión colectiva marcará un antes y un después sobre los límites en la competencia política y los costes humanos del ejercicio del poder, así como el deterioro de la democracia. Y asumiremos algo que siendo evidente casi olvidamos: votamos familias. Si Sánchez sigue será porque su esposa Begoña Gómez sigue. Es una pareja, sí; pero más que nunca, una dupla pública. Lo personal es político, una vez más.
Publicado en: La Vanguardia (29.04.2024). Del especial: Esperando a Sánchez: seis puntos de vista
Fotografía: Annie Spratt para Unsplash
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– Transcripción del texto íntegro de la declaración institucional del presidente del Gobierno (La Vanguardia, 29.04.2024)