Este artículo forma parte de la serie de contenidos del espacio ELECCIONES USA 2024, donde irán escribiendo distintas firmas invitadas.
San Francisco, la ciudad más famosa de Silicon Valley, se ha convertido en uno de los principales ejemplos de un problema creciente en EEUU: la desigualdad social.
En buena parte de las calles de la urbe californiana, en la que el alquiler mensual de un piso de una habitación se acerca a los 3.000 dólares mensuales, es frecuente encontrar a personas sin hogar durmiendo en tiendas de campaña.
Desde que comenzara el boom tecnológico en la década de los 70, alrededor de San Francisco han crecido algunas de las empresas más famosas de EEUU: Apple, Google, Intel, Adobe, Hewlett-Packard, Tesla, Twitter y muchas más. Sus ejecutivos ganan millones de dólares al año, pero en la misma región viven ciudadanos con sueldos precarios o sin ingresos que combaten con dificultad el aumento del coste de la vida.
El problema es nacional. A finales de 2023, el gobierno de EEUU reportó que la cifra de personas sin hogar en el país incrementó un 12% y llegó a un total de 653.104, la cifra más alta desde que se empezó a llevar registros en 2007. El cese de las ayudas monetarias por la pandemia y el alto coste de la vivienda fueron identificados como las principales causas del aumento. Dentro de ese número, hay familias completas y veteranos de guerra.
Además de San Francisco y otras ciudades californianas, donde el número de personas sin hogar ha sido elevado desde hace años, la situación también ha empezado a empeorar, de manera particularmente grave, en Nueva York, Chicago y Fort Worth, donde la cifra de familias con niños sin hogar aumentó en más de 50% durante 2023.
Sin ahorros
Pero el problema de los bajos ingresos y la dificultad para llegar a fin de mes va incluso más allá de las personas sin hogar.
De acuerdo a un estudio publicado por Forbes recientemente, el 28% de los estadounidenses vive al día y tiene menos de 1.000 dólares en sus cuentas bancarias. Esto les deja en una situación especialmente vulnerable si tienen que hacer frente a un gasto no planificado por problemas de salud o desempleo, lo que ayuda a explicar el aumento de las personas sin hogar en el último año.
Según el mismo reporte, dos tercios de los de los americanos señalan que la inflación y el creciente coste de la vida han sido la razón por la que no han podido ahorrar más. A esto se suma que la mitad considera que en 2024 sólo podrá ahorrar lo mismo o menos que el año pasado.
A pesar de que la administración de Joe Biden ha empezado a controlar la inflación desde el segundo semestre de 2023, los precios no han bajado y eso está golpeando de manera fuerte a un buen número de ciudadanos. Este es el indicador económico que impacta más directamente en la vida diaria y está haciendo que un grueso de los votantes desapruebe la gestión económica, a pesar de las buenas cifras de crecimiento y empleo.
El asunto es un problema complejo para el presidente demócrata, pues el fortalecimiento de la economía es una de las principales preocupaciones de los votantes de todos los grupos etarios y raciales, de acuerdo con otro estudio, en este caso del Pew Research Center. Además, una mayoría de electores considera que las políticas de Trump son mejores para encarar este tema, según el último sondeo de IPSOS y Reuters.
Con una clase media cada vez más debilitada, el llamado sueño americano está haciéndose imposible para una buena parte de los estadounidenses. Muchos de ellos votarán en noviembre pensando en cuál de los dos candidatos puede darles más opciones de recuperar ese anhelo, lo cual comienza por mejorar su poder adquisitivo. A Biden le quedan seis meses para demostrar su valía.
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Fotografía: Levi Meir Clancy para Unsplash
