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Rumbo a la Casa Blanca (resumen semanal): Cómo cree Biden que puede salvar su campaña

MARTÍ SÁEZ

Resumen semanal de la actualidad asociada a las ELECCIONES USA 2024.

Lo nuevo
Biden lo sabe. Sabe que solo tiene unos días para relanzar su campaña. Así afirma el New York Times que se lo reconoció a su círculo más cercano. Sabe que necesita mostrarse fuerte y consciente en todo momento para resurgir tras el desastre de la semana pasada. El plan: una entrevista esta noche en la ABC con George Stephanopoulos y dos mitines este fin de semana en estados clave: Pennsylvania y Wisconsin. Michael D. Shear alerta de que cualquier pequeño balbuceo o confusión será penalizado.

El presidente reconoció en privado que el plan para salvar (primero) su campaña y (luego) la elección pasa por no negar la realidad. No se trata de convencer de que no está mayor, sino de que, incluso a su edad, es mejor presidente que Trump. Él es el mal menor para salvar la democracia. Así lo verbalizó en el mitin que pronunció solo 24 horas después del debate: «Sé que no ando tan bien como antes, que no hablo tan bien como antes, que no debato tan bien como antes. Pero sé hacer este trabajo, sé decir la verdad, sé bajar el paro, sé reforzar la economía tras la pandemia, sé llevar la imagen de Estados Unidos por el mundo para luchar y defender la libertad. Sé hacer este trabajo.»

Pero primero debe calmar las aguas internas. Por ello, esta semana se ha encontrado con su equipo para pedirles que no bajen los brazos, ha tratado de calmar a unos representantes del Congreso asustados ante la posibilidad de que la mala imagen del presidente les haga perder el control de este y ha tranquilizado a los gobernadores demócratas, a quienes ha asegurado que, para estar a su máximo nivel, necesita dormir más horas y trabajar un poco menos por la noche. Veremos si le sirve para apaciguar a los suyos. De momento, nadie se atreve a desafiarlo en público. Pero, como él mismo sabe, este fin de semana es la clave para su futuro.

El dato
Las cifras confirman los temores demócratas. El debate de la semana pasada —y la discusión pública generada por los propios miembros del partido —se han visto plasmados en la mayoría de encuestas. En el acumulado de Real Clear Politics vemos cómo Biden se cae tras el debate, perdiendo todo el terreno que recuperó con el discurso del Estado de la Unión y la sentencia a Trump.

Pero lo que dicen los datos, más allá de Trump, para que los demócratas pidan el paso al lado al actual presidente es que cae su imagen. Su aprobación está a punto de llegar a sus mínimos históricos, a cuatro meses de las elecciones.
Y hay un último dato que confirma los peores presagios de los azules. Lo que más ha crecido en los últimos días, según la reciente encuesta de New York Times y Siena College, es la percepción sobre la edad de Biden. Que está demasiado mayor para ser presidente es una afirmación que respaldan el 82% de republicanos (algo previsible). Pero también el 79% de los independientes (eso supone 4 puntos más que antes del debate) y el 59% de los demócratas (+8%).

La anécdota
Si Biden finalmente renuncia no sería la primera vez que sucede. Ocurrió el 31 de marzo de 1968, cuando Lyndon B. Johnson anunció inesperadamente que no buscaría la reelección tras ganar (reñidamente) las primeras citas de las primarias. Esta decisión fue motivada por el creciente descontento con su gestión en la guerra de Vietnam y su impacto negativo en su popularidad, lo que le llevó a creer que su permanencia en la carrera podría ser perjudicial para su partido y el país. Este precedente histórico se asemeja a la situación actual del presidente Joe Biden. Anecdóticamente, ambos se encuentran con una popularidad inferior al 40%.

La situación de Johnson desencadenó una convención nacional demócrata caótica y violenta que, como este año, se celebró en Chicago. Ello debilitó a Hubert Humphrey, vicepresidente de Johnson, que fue finalmente el candidato nominado. Humphrey perdió las elecciones generales contra Richard Nixon, en parte, debido a la polarización y el desorden de la convención.

Este escenario histórico puede servir como una advertencia para los líderes demócratas que podrían estar considerando persuadir a Biden para que se haga a un lado, destacando los riesgos que conlleva la desunión y el descontento que podría generar una decisión similar hoy. Un último paralelismo: Johnson también sufrió numerosas movilizaciones estudiantiles en contra de la Guerra de Vietnam. Como dijo Mark Twain: la historia no se repite, pero a veces rima.

(Más recursos e información en ELECCIONES USA 2024)
Fotografía: White House – Pexels

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