Resumen semanal de la actualidad asociada a las ELECCIONES USA 2024.
Lo nuevo
Esta semana, el debate entre Kamala Harris y Donald Trump ha acaparado la atención mediática, destacando por la eficacia de la estrategia de Harris. Durante el debate, Harris ha conseguido proyectar una imagen de confianza y preparación, contrastando con la figura errática y defensiva de Trump. El formato del debate, que permitió observar las reacciones de ambos candidatos en pantalla partida, ha favorecido a Harris, quien ha utilizado su comunicación no verbal y expresividad de manera notable.
La intervención de los periodistas, que realizaron fact-checking en tiempo real, ha sido crucial. Corregir las afirmaciones falsas de Trump ha dado a Harris la oportunidad de llenar los vacíos con argumentos sólidos y propuestas concretas. A pesar de que, como recuerda Xavier Peytibi, los debates suelen tener un impacto limitado en el resultado de las elecciones, la actuación de Harris ha sido ampliamente destacada por la cobertura mediática y el apoyo en redes sociales.
Harris ha seguido movilizando a su base y aumentando las donaciones a su campaña. Aunque los debates por sí solos no suelen definir una elección, la cobertura positiva y el aumento en su favorabilidad han sido evidentes. Harris ha logrado reforzar su posición y movilizar a los votantes demócratas, mientras que Trump ha quedado en una posición más débil, con una imagen menos favorable ante el público. En definitiva, Harris ha mantenido la oleada de ilusión que surfea desde que fue designada candidata.
Que Trump y los republicanos no han terminado contentos con su desempeño lo vemos en las constantes negativas a un nuevo debate, incluso alojado en Fox News. No, los debates no ganan elecciones, pero marcan las tendencias. Y las tendencias deciden votos.
El dato
A pocas semanas de las elecciones presidenciales de 2024, la carrera entre Kamala Harris y Donald Trump se mantiene en un empate técnico, especialmente en los estados clave. Con una contienda tan ajustada, cualquier leve movimiento en los márgenes puede ser decisivo. Según el análisis de la encuestadora Kristen Soltis Anderson, hay un grupo emergente que podría definir el resultado: los votantes reticentes de Trump.
Estos electores, que representan aproximadamente un 7% de su base, planean votar por Trump a pesar de no simpatizar con su personalidad. ¿La razón? Desconfían más de las políticas de Harris que de las de Trump. En un contexto en el que el rechazo a los candidatos es fuerte, estos votantes pragmáticos podrían estar dispuestos a cambiar de bando si Harris se presenta como una opción moderada y fiable.
Para capturar ese voto clave, Harris debe continuar proyectando moderación, tanto en su enfoque de políticas como en su carácter. Durante el debate más reciente, intentó justamente eso: transmitir calma, evitar los posicionamientos extremos y ofrecer un contraste con el estilo impredecible de Trump. Además, Harris ha logrado sumar a un amplio grupo de prescriptores republicanos, entre ellos, figuras de peso como Liz Cheney, quien abiertamente condenó a Trump tras el asalto al Capitolio.
En una elección tan ajustada, el apoyo de los votantes reticentes de Trump podría ser el factor decisivo. Aunque muchos prefieren las políticas del expresidente, si Harris consigue presentarse como una opción lo suficientemente moderada, podría inclinar la balanza a su favor. Estos votantes no están emocionalmente ligados a Trump, lo que deja abierta la posibilidad de que Harris logre convencerlos de que representa una alternativa viable.
La anécdota
En un guiño a la cultura pop, la campaña de Harris ha lanzado unas curiosas pulseras de la amistad con el nombre de los candidatos, una estrategia que se conecta directamente con el respaldo de Taylor Swift, la superestrella mundial que se ha alineado públicamente con la campaña demócrata. La cantante, tras el último debate, subió una foto con su famoso gato, sumando millones de «likes» en redes sociales.
El vínculo de Swift con las pulseras de la amistad proviene de su gira The Eras Tour, donde los fanáticos comenzaron a intercambiar estas pulseras personalizadas como símbolo de amistad y conexión, una tradición inspirada en su canción You’re on Your Own, Kid. La campaña de Harris no ha perdido tiempo en conectar con esta comunidad de «swifties», buscando aprovechar su masiva influencia global.
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Fotografía: White House – Pexels