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Rumbo a la Casa Blanca (resumen semanal): Todos los caminos llevan a Pennsylvania

MARTÍ SÁEZ

Resumen semanal de la actualidad asociada a las ELECCIONES USA 2024.

Lo nuevo (con muchos datos)
La carrera ha cambiado mucho desde que se confirmara la presencia de Donald Trump en noviembre de 2022. Primero, la caída de la aprobación de Biden; luego, sus lapsus, que culminaron en un debate desastroso y en el gran cambio de candidato en las filas demócratas, para acabar con la consagración de los candidatos a vices; el primer debate entre Harris y Trump. Y el apoyo de Taylor Swift, claro.

Un largo camino para llegar, a poco más de seis semanas para las elecciones, con la carrera más que ajustada. Nadie se atreve a predecir quién ganará. Algo muy meritorio para unos demócratas que hace unas semanas veían clara la derrota, pero confuso para el público general que vive en la ola de ilusión que ha despertado Harris. La clave reside en el funcionamiento del colegio electoral. Las encuestas dan por hecho que los votos azules superarán a los rojos en el mandato popular. Pero, el mismo Trump, llegó a la Casa Blanca en 2016 aun teniendo Clinton casi 3 millones más de votos.

Por eso los estados que la demoscopia no se atreve aún a colorear, los que llamamos Swing States, son tan relevantes para las campañas. Actualmente, el consenso demoscópico no se decide por ninguno de los dos en Wisconsin, Michigan, Pennsylvania, Arizona, Nevada, Georgia y North Carolina. Veamos la evolución demoscópica para observar que Harris ha logrado recortar mucha distancia en el conjunto de las encuestas de los estados decisivos en sus (todavía no) dos meses de campaña.
En los estados más al norte del Rust Belt, Michigan y Wisconsin, Harris ha demostrado que funciona mucho mejor que Biden y ha cosechado importantes ventajas, por lo que parece que podrían caer del lado demócrata. Aunque ¡mucho ojo!, pues Trump ganó ahí en 2016, algo que no previeron las encuestas.

Si vamos al oeste, Arizona y Nevada parecían estados claramente rojos antes de la irrupción de Harris, que ahora lidera algunas encuestas en Nevada, pero el estado del juego solo reparte 6 votos electorales, por lo que ganar ahí te hace necesitar (mínimo) 3 estados más.

En el sur, dos estados han reaparecido con la llegada de Harris a la disputa: Carolina del Norte y Georgia. En el siglo XXI los demócratas solo han ganado una vez allí (Obama se impuso en 2008 en North Colonia y Biden en Georgia en 2020). Parecían claramente Trumpistas en junio, pero las cosas han cambiado.

Y llegamos a Pennsylvania, el estado clave de los claves. No sería correcto afirmar que el ganador se decidirá ahí, pero al que sea derrotado se le hará muy cuesta arriba poner rumbo a la Casa Blanca. Los datos abren la esperanza demócrata. En 2 meses tras la renuncia de Biden, Harris ha recortado 4,5 puntos de diferencia hasta colocarse con uno de ventaja en el acumulado de encuestas. Pero aún queda mucha tela que cortar.

Lejos de estar decidido, los aparatos de campaña trazan estrategias para asegurarse el despacho oval. En los dos casos, ambas pasan por Pennsylvania y, también, por los respectivos planes B.

«Se trata de siete estados en disputa, y hay que ganar cuatro de ellos para lograr el triunfo», dijo Michael Whatley, presidente del Comité Nacional Republicano, a POLITICO. «A menos que ganes en Georgia, Carolina del Norte y Pensilvania, en cuyo caso eso te permitirá superar el obstáculo».

Trump y su equipo buscan asegurar el sur y lograr su victoria en Pennsylvania, si no es así deberán recuperar un estado del cinturón del acero y asegurar Arizona. Pero la capacidad de acción en Georgia para Trump se ve condicionada por su conflicto público con el gobernador (republicano) Kemp, con quien se ha criticado en público, aunque han firmado una tregua en pos de las elecciones.

Un dato importante: aunque se pintaran de rojo todos los estados del sol, Harris lograría la victoria.

Es precisamente por ello que los demócratas priman asegurar el Rust Belt, con Pennsylvania incluida, pero los directores de la campaña reconocen que, para ellos, es un «estado complicado», por lo que dedican también muchos recursos a trazar otro camino: con el norte asegurado y Nevada en el bolsillo, Harris solo necesitaría un estado del sureste para llegar a la Casa Blanca. Por ello, tanto en Georgia como en North Carolina, trata de avanzar posiciones movilizando a dos públicos muy concretos: afroamericanos y republicanos moderados. Veremos si mueve a los suficientes para seguir en Washington, una vez se decida Pennsylvania.

La anécdota
Pese a que es mucho más importante el desembolso económico en anuncios, actos locales, microsegmentaciones, etc. siempre es curioso comparar las rutas de los candidatos. El Washington Post publicaba hace un par de semanas la comparativa entre las giras de verano de los republicanos y los demócratas. El plan parece similar: mucha visita a estado clave y puntuales baños de masas en estados favorables.


(Más recursos e información en ELECCIONES USA 2024)
Fotografía: White House – Pexels

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