InicioComunicaciónComPol¿Puede una mujer evitar que EEUU tenga una presidenta por primera vez?

¿Puede una mujer evitar que EEUU tenga una presidenta por primera vez?

FRANZ VON BERGEN  

Este artículo forma parte de la serie de contenidos del espacio ELECCIONES USA 2024, donde irán escribiendo distintas firmas invitadas.

La respuesta a la pregunta que da título a este artículo es sí. Y no es solo que pudiera pasar, sino que se podría decir que ya ha pasado antes.

En 2016, Hillary Clinton perdió la presidencia por la caída del llamado Muro Azul del Cinturón del Óxido, compuesto por los estados de Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Los republicanos volvieron a ganar allí después de 28 años y eso le permitió a Donald Trump llevarse las llaves de la Casa Blanca.

La victoria de Trump fue sumamente cerrada y contó con el apoyo de un personaje inesperado: Jill Stein, la candidata del Partido Verde. El republicano venció en Michigan por 10.704 votos y Stein obtuvo 51.463. En Wisconsin por 22.748 y Stein sacó 31.072. En Pensilvania por 44.292 y Stein logró 49.941.

¿Qué tiene que ver esto con las elecciones de este año? Stein vuelve a ser la candidata del Partido Verde y Wisconsin, Michigan y Pensilvania están otra vez entre los estados que podrían definir la elección. La situación es tan cerrada que, de perder solo uno de esos tres territorios, las posibilidades de victoria de la demócrata Kamala Harris se reducen de manera importante.

El impacto de Stein en el presente
Siendo del Partido Verde y con un discurso de izquierda pro-ecologista, Stein arrebató posibles votantes a Clinton en 2016, especialmente entre aquellos que habían apoyado al senador Bernie Sanders en las primarias. Este año podría volver a restar votos a los demócratas.

Stein ha puesto foco en un tema que puede tener consecuencias negativas para Harris: la intervención militar israelí en la Franja de Gaza. Pese a ser judía, la candidata independiente ha criticado con fuerza la posición de la Administración de Joe Biden y un sondeo hecho en agosto mostró que un número considerable de musulmanes americanos estaban pensado en votar por ella.

Históricamente, este grupo ha apoyado a los demócratas por márgenes amplios. Aunque son un segmento minoritario, podrían tener un efecto importante en Michigan, donde un 2,4% de la población es musulmana, el quinto estado de EEUU con mayor porcentaje.

Pero Stein no es el único problema de Harris además de Trump. En otros dos estados reñidos, Georgia y Carolina del Norte, ha entrado en la boleta de votación otro candidato independiente que puede ocasionarle dolores de cabeza: Cornel West, un activista afroamericano que también ha sido muy crítico con la situación de la Franja de Gaza.El principal peligro de West es que debilite, aunque sea mínimamente, el apoyo a Harris entre la población negra.

En 2020, Joe Biden consiguió ganar en Georgia, el primer demócrata que lo logró en 28 años. Una de las claves de su éxito fue que consiguió el apoyo de más del 80% de los electores afroamericanos en el estado con el tercer mayor porcentaje de población de este grupo. Carolina del Norte, por su parte, tiene el octavo mayor porcentaje. En ninguno de los dos territorios Harris se puede dar el lujo de que sus números con estos electores sean peores a los de Biden.

La ventaja de Harris
No todo el panorama es gris para la candidata demócrata. Existen tres razones por las cuales el impacto de los independientes de izquierda podría no afectarla tanto como a Clinton en 2016:

  1. Menor nivel de rechazo: En 2016, un 20% del electorado aseguraba que no le gustaban las candidaturas de Clinton ni de Trump. Ese porcentaje había subido hasta un 25% este año mientras Joe Biden seguía como nominado demócrata. Sin embargo, se ha reducido considerablemente desde que entró Harris a la carrera. Esto hace que menos gente evalúe la opción de votar a un independiente.
  2. Más entusiasmo en la base: 3 de cada 4 demócratas o simpatizantes de este partido se declaran entusiasmados con la elección y con Harris. En 2016, menos de la mitad decían estar entusiasmados con Clinton.
  3. Candidato libertario: Entre los independientes, hay otro candidato que amenaza con robar votos tanto a Harris como a Trump. Es el del Partido Libertario, Chase Oliver. Puede atraer a los republicanos por sus posiciones económicas y a los demócratas por algunos aspectos personales, como que es el único aspirante abiertamente gay.

Pese a estas tres razones, la campaña de Harris no se ha quedado con los brazos cruzados. Voters for Tomorrow, un grupo de jóvenes cercano al partido, ha iniciado una campaña en la que advierte del riesgo de votar a Stein por las consecuencias que puede tener.

Los demócratas son conscientes de lo que ocurrió en 2016 e intentan no dejar nada a la suerte. ¿Será suficiente?

(Más recursos e información en ELECCIONES USA 2024)
Imagen realizada con Ideogram.Ai

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