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El efecto Rally round the flag y la COVID-19 en el liderazgo de Trump y mundial

XAVIER PEYTIBI

Este artículo forma parte de la serie de contenidos del espacio ELECCIONES USA 2020, donde irán escribiendo distintas firmas invitadas.

El 10 de septiembre de 2001, la valoración positiva de la presidencia de George Bush era del 51%. Un poco más de la mitad de la población estaban contentos con su presidente. Al día siguiente tuvieron lugar los ataques a las Torres Gemelas. En un nuevo sondeo, del 15 de septiembre, la valoración positiva de Bush había alcanzado el 86%, subiendo unos increíbles 35 puntos. A los siete días, el 22 de septiembre, una semana después del lanzamiento de la «guerra contra el terror», Bush llegaba al 90% de valoración positiva, el récord en la historia política estadounidense.

La razón es el conocido como Rally round the flag effect. Este término politológico, enunciado en 1970 por John Mueller, sugiere que en situaciones de crisis, especialmente en conflictos internacionales o cuando existe un enemigo a quien «culpar», el pueblo cierra filas en torno a su líder y se une para salir adelante, todos a una. En cualquier caso, este efecto puede durar poco o mucho según el contexto, y son las personas indecisas o incluso el voto blando de la oposición quienes cambian de opinión.

Desde las teorías originales de Mueller, han surgido dos escuelas de pensamiento para explicar las causas del efecto. La primera, The Patriotism School of Thought, con muchos más seguidores, sostiene que, en tiempos de crisis, el público estadounidense ve al presidente como la encarnación de la unidad nacional. La segunda, The Opinion Leadership School, cree que la manifestación surge de la falta de críticas de los miembros de la oposición. Al no haber críticas, la prensa tampoco las cita, y todo hace parecer al Gobierno como mejor. 

La crisis de la COVID-19 ha impactado de lleno en el liderazgo mundial y, por tanto, también ha impactado en la valoración de cada líder. En el caso de Donald Trump —quien pasó de no darle importancia a la crisis («es una gripe») a encabezar ruedas de prensa diarias— y con los datos y encuestas habituales, es interesante ver cómo le ha afectado y si el efecto de Rally round the flag le ha funcionado.

Si analizamos las encuestas, no parece que haya sido así, o no parece que el efecto haya durado más que unos pocos días. En Real Clear Politics hacen un recuento de todas las encuestas de valoración del presidente. El 20 de febrero, antes de que la crisis se volviera mundial e incluso antes de que llegara a Italia, la valoración de Donald Trump era de un 43% positiva y un 54% negativa. Ya con la pandemia, vemos que su valoración positiva subió (cuando dejó de minimizar el virus) y, el 1 de abril, esta era del 44,5%, por un 51,3% de negativa. Sigue siendo más la negatividad ante el presidente Trump que la positividad, pero hay un hecho destacado: es la segunda cifra más alta de positividad desde que está en la Casa Blanca (la anterior, un 44,7%, fue en diciembre de 2016). Por lo tanto, sí que podríamos ver aquí el efecto Rally round the flag

Sin embargo, ese impacto no ha durado, o no tanto, como suele ser previsible en este efecto politológico. A 28 de abril, su valoración positiva ha disminuido al 42,3%, aunque sigue siendo alta, comparada con febrero. Su valoración negativa está en el 51,7%.

En otras webs que hacen medias de encuestas diversas, como la de Morning Consult, los datos son los mismos. Sí que varía, por ejemplo, con la encuesta de Gallup, con una evolución más analítica y por meses, que indica que Trump tenía una valoración positiva del 49% en febrero, disminuyendo un 6%, hasta llegar al 43% actual. 

Es interesante observar en esta encuesta como sí existió el efecto, entre marzo y abril, al igual que indicaban las encuestas de Real Clear Politics y Morning consult, pero que ha disminuido las últimas semanas (en esta última especialmente, por su comentario sobre plantear inyecciones de lejía contra el virus).

Así, si tenemos en cuenta el período de tiempo que va de febrero a finales de abril, el que ha durado hasta ahora la pandemia, podemos indicar con datos que el efecto Rally round the flag solo le funcionó a Trump unos días pero que, en realidad, esta crisis ha supuesto una crisis también para su presidencia, bajando 6 puntos de valoración.

Esto ha sucedido en Estados Unidos, pero ¿qué ha ocurrido con el resto de líderes mundiales? ¿Les ha ocurrido lo mismo que a Trump? ¿Han mejorado mucho? ¿Lo han hecho todos por igual?

Hemos analizado encuestas en cada país para diferentes líderes, todas comparando datos de febrero con datos de abril. Las encuestas varían, y hay algunos países con unas cuantas y otros con pocas. Algunas hechas por consultoras independientes y otras por entidades gubernamentales. Así, más que observar la cifra, nos interesa la media de aumento de valoración positiva.

Además de Trump, se han analizado a líderes como Alberto Fernández, Boris Johnson, Justin Trudeau, Giuseppe Conte, Antonio Costa, Angela Merkel, Scott Morrison, Emmanuel Macron, Pedro Sánchez, Narendra Modi, Shinzo Abe, Andrés Manuel López-Obrador y Jair Bolsonaro.

El líder que más valoración ha aumentado según las encuestas analizadas ha sido Alberto Fernández, con +26%. Le siguen Boris Johnson (+22%, aunque creemos que su estancia en el hospital ha tenido mucho que ver), Justin Trudeau (+21%), Giuseppe Conte (+18), Antonio Costa (+18), Angela Merkel (+16), Scott Morrison (+16), Emmanuel Macron (+10), Pedro Sánchez (+7), Narendra Modi (+7) y Shinzo Abe (+2). En disminución de valoración ante esta crisis, encontramos a Andrés Manuel López-Obrador (-3), Donald Trump (-6) y Jair Bolsonaro (-6).

Esto nos indicaría que la media de aumento de valoración en líderes mundiales podría ser del 10,57%. Por tanto, podemos entender que si un o una líder baja de ese aumento de valoración es que, o bien no está aprovechando del todo su comunicación para generar ese halo, o bien la percepción de su gestión de la crisis no es suficientemente buena, o bien la sociedad está tan polarizada que ese efecto tiene poca eficacia en su país. 

Sin embargo, eso no significa del todo que la valoración total sea mejor o peor. De hecho, el líder con mayor valoración positiva es Narendra Modi, con un 83%. Le siguen Antonio Costa (76), Boris Johnson (66), Giuseppe Conte (66), Alberto Fernández (60), Angela Merkel (56), Scott Morrison (56), Justin Trudeau (54), Andrés Manuel López-Obrador (53), Pedro Sánchez (52) y Jair Bolsonaro  (52). Ya «suspendiendo»con más valoración negativa que positiva, están Donald Trump (43), Emmanuel Macron (42) y Shinzo Abe (31).

Sí que es interesante comprobar cuántos de estos líderes estaban «suspendidos» antes de la crisis y cuántos, ahora, están «aprobados». Lo podemos ver en el siguiente gráfico y compararlo con el anterior:

Siete líderes han pasado de tener una valoración negativa a una positiva entre su ciudadanía. Como vemos, el Rally round the flag suele funcionar y puede ayudar a mejorar liderazgos; de hecho, con una media de aumento del 10,57% de valoración positiva, según este análisis. El problema estriba cuando el líder ni siquiera así consigue destacar, lo que suele ser una muy mala noticia para su futuro. En cualquier caso, la crisis no ha terminado y aún pueden pasar muchas cosas.

PD: Gráficos realizados gracias a datos recopilados por mi compañera Alba Hidalgo.

(Más recursos e información en ELECCIONES USA 2020)
Fotografía: Tiziano Brignoli para Unsplash

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1 COMENTARIO

  1. En el caso de España pienso que el tenue liderazgo del gobierno obedece a la oposición furibunda que está ejerciendo el PP alentada por la Faes y creo que la contención dialéctica del gobierno es inteligente y ponderada. Si no ocurre un verdadero desastre la cuenta final de resultados debería pasarle factura la PP.

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