Entrevista con Fernando Fuentes para La Tercera, que reproduzco a continuación:
Según texto del español Antoni Gutiérrez-Rubí, ya representan el 30% de la población de la región. Más optimistas que sus pares de EE.UU. y Europa, también se creen más capaces de lograr cambios.
Los demógrafos Neil Howe y William Strauss son los responsables del término millennials, el nombre que reciben las personas que nacieron entre 1982 y 1998, es decir, quienes hoy tienen entre 18 y 34 años. Lo acuñaron en su libro Millennials Rising: The Next Great Generation, publicado en el año 2000. Allí resumían de la siguiente manera el fenómeno que habían investigado: “Durante la próxima década, la Generación del Milenio cambiará por completo la imagen de la juventud de pesimistas y alienados a optimistas y comprometidos, con consecuencias potencialmente sísmicas para Estados Unidos”.
Sin embargo, la expresión se puso de moda en 2013, cuando la revista Time publicó en su portada el artículo Millennials: The Me Me Me Generation, donde se les definía como egoístas, superficiales y narcisistas. Sin embargo, muchos de los estudios que fueron apareciendo después contradijeron este tópico y mostraron una faceta más social y comprometida de la Generación Y.
¿Pero por qué se sigue hablando tanto de los millennials? Según el nuevo libro Millennials en Latinoamérica, del consultor político español Antoni Gutiérrez-Rubí, básicamente por tres cosas. La primera, por su peso demográfico. Los millennials representan el 26% de la población mundial -alrededor de 1.800 millones-, de los cuales más de 80 millones están en EE.UU. y 50 millones en Europa. En cuanto a Latinoamérica, el porcentaje es aún mayor: el 30% de la población de la región es millennial.
Los millennials también son relevantes por su “capacidad de influencia”, sostiene el libro. Ya son la primera fuerza laboral de Estados Unidos y pronto lo serán también a nivel mundial. Asimismo, comienzan a ocupar puestos de poder empresarial y político. Y, por último, también son importantes como sujetos de estudio por su relación con la tecnología. “Es la primera generación de nativos digitales, los primeros que utilizan internet en todas y cada una de sus actividades diarias”, afirma el estudio de Gutiérrez-Rubí.
¿Y cuál es el perfil de los millennials latinoamericanos? El libro del consultor español entrega varios datos estadísticos que permiten formarse una opinión de esta generación. Según reveló la última encuesta global de Telefónica, el 72% de los millennials latinoamericanos se cree capaz de lograr un cambio local, un porcentaje más alto que el medido en EE.UU. (67%) y Europa Occidental (50%).
Asimismo, la encuesta muestra que los millennials en América Latina (62%) son más optimistas sobre el futuro que sus pares en Europa (22%) y EE.UU. (43%). Además, los miembros de la Generación del Milenio de países como Panamá, Perú, Ecuador, Nicaragua y Colombia demuestran altos niveles de empoderamiento y liderazgo, lo que los hace sentirse preparados para asumir los futuros retos.
Si bien mayoritariamente los millennials se consideran agentes de cambio, tienen también una relación distinta con la política formal. “Son mucho más críticos, exigentes y volátiles”, señala el libro. Y para graficarlo, recurre a la encuesta global de Telefónica, según la cual más de la mitad de los jóvenes a nivel mundial no se sienten representados por su gobierno y sólo el 28% admite haber participado en los últimos procesos electorales.
“La desconfianza en la política es especialmente alta entre los jóvenes, lo que hace que su nivel de compromiso formal (militancia en partidos y participación en procesos electorales) sea muy pobre. Esta limitada presencia en las dinámicas institucionales no significa, sin embargo, que los jóvenes no estén explorando algunas vías alternativas para expresarse políticamente, fundamentalmente movilizaciones sociales y herramientas y plataformas tecnológicas”, escribe Gutiérrez-Rubí.
De hecho, el 85% de los millennials ecuatorianos encuestados para el libro consideró que la tecnología es una herramienta que facilita el activismo político; y el 58% dijo, además, que cree que gracias a internet la participación individual es susceptible de provocar un cambio en el sistema político.
Si bien la revista Forbes prevé que en 2025 los millennials representarán el 75% del total de la fuerza laboral mundial, “pocos se aventuran a calcular su participación política y su posicionamiento en mecanismos de poder”, escribió en septiembre pasado la bloguera cubana Yoani Sánchez, en una columna publicada en el diario El País. Con todo, asegura que los miembros de esta generación “ya están en los despachos de los palacios de gobierno, todavía como ayudantes, haciendo prácticas o escuchando. Preparan agazapados la toma del poder”.