La canícula es implacable con el olvido. Ha pasado poco más de un mes y Versión Original, la web para «desmentir y matizar» informaciones promovida por el Ayuntamiento de Madrid, parece que ya no interesa. En la nota de prensa que el Ayuntamiento difundió, en su momento, añadió que esta web permitiría «a los ciudadanos y a los medios encontrar la información original que dio lugar a una noticia que en su recorrido se ha modificado y contiene datos que no son exactos o son matizables».
Después de unos días de parón (no publicaban nada desde el 24 de julio) y de calma (tras la monumental y desproporcionada bronca política y profesional que se generó), la web ha vuelto a reanudar su actividad de manera discreta y suave. Pero efectiva. El posible enfoque defensivo, centrado en la denuncia e identificación (de medios y periodistas), ha dado paso a un ejercicio de clarificación, contraste y ampliación. En positivo. Los y las responsables de comunicación del Ayuntamiento, y la propia Manuela Carmena, ya sacarán sus propias conclusiones sobre la hipervigilancia a la que están sometidas todas sus actuaciones y, en consecuencia, la necesidad de afilar mejor las estrategias, orientarse a la persuasión y a la creación de alianzas, medir los tempos y fortalecer la inversión pedagógica que toda innovación reclama y exige si quiere ser mayoritaria. También en la política.
Pero Versión Original no es original, sin que ello le quite mérito o interés al proyecto. Muchos otros gobiernos, candidatos y partidos han intentado contrastar la opinión publicada a través de herramientas online, con más o menos participación ciudadana. Algunas de esas webs aún funcionan hoy en día, años después de su puesta en marcha. Aquí algunos interesantes ejemplos, en especial en Estados Unidos, país al que se le atribuye tradicionalmente un alto nivel de libertad de prensa:
1. #ShareTheFacts (Partido Conservador Británico). Se trataba de una web donde el partido intenta decir todo lo que ha hecho, para evitar los rumores de inacción que lanzan desde el partido laborista. Se ha concebido de modo que toda la información pueda compartirse rápidamente desde web y móvil a las redes sociales. En estos momentos, también se usa para la difusión de contenidos.
2. Obama truth team. Se lanzó para la campaña de 2012, para aclarar rumores infundados sobre Obama (por ejemplo su lugar de nacimiento). La información estaba clasificada en tres categorías: 1. Attack Watch: buscaba contrarrestar ataques de los precandidatos republicanos en contra del Presidente; 2. Keeping GOP Honest: información que «destapaba» mentiras o realidades incómodas del Partido Republicano y sus candidatos; y 3. Keeping His Word: sección que buscaba resaltar y visibilizar los logros del presidente Obama durante su mandato.
Sin embargo, en 2012 no fue la primera vez que Obama había creado un servicio de información veraz para la ciudadanía. En 2008, el equipo de Obama creó un sitio web llamado «Fight the smears». En 2009 lanzó «flag@whitehouse.gov», donde los partidarios podían enviar un correo electrónico preguntando por cualquier rumor que corriera. Después, en 2011, llegó «AttackWatch». El objetivo de esta web era aclarar los rumores, noticias y ataques que recibían desde posiciones ultraconservadoras. En estos momentos, la web no funciona y ha sido redireccionada a https://www.barackobama.com.
3. Perry Truth Team. Era una cuenta de Twitter creada por el equipo del gobernador Perry (candidato a las primarias republicanas en 2012) que se dedicaba a rebatir y corregir los errores o informaciones falsas que publicaban los medios sobre el candidato. También disponía de un correo electrónico para hacerle llegar ideas para atajar los rumores.
4. Reality Check. Lanzado por el equipo de Obama en 2010 para atajar los rumores sobre su plan de sanidad, por ejemplo el que decía ―y fue muy extendido― que el dinero de ese plan era para ofrecer abortos gratuitos.
Versión Original llega en un momento donde aparecen algunas informaciones sobre la calidad y credibilidad de nuestra prensa. Un informe reciente elaborado por la Universidad de Oxford y publicado por el Instituto Reuters para el estudio del periodismo concluye que los medios de comunicación de España son los menos creíbles de los once países consultados en Europa.
Sólo la crítica, y la autocrítica, nos permiten avanzar en democracia. Hacer de la vigilancia un derecho y una obligación civil (y profesional), y el camino para la construcción de sociedades más libres. Los lectores / electores se merecen más y nuevos ejercicios de contraste y transparencia. Keep Calm. «Cualquier poder tiende a ir hasta el límite de su poder, ¡Ha llegado la hora de la vigilancia!» decía el filósofo Tucídides. Acostumbrémonos ―todos― a más de una versión, más que a versiones originales, profesionales, corporativas, únicas u oficiales. Los lectores / electores ya sabrán sacar sus conclusiones y sus lecturas.
La verdad no es sólo la numeración de hechos o cifras. Hay que contextualizar, comparar, dar sentido e interpretación a las cifras, datos y hechos. Para ello, necesitamos crítica y contraste, realidades y lecturas, realidades y percepciones, tan inseparables las unas de las otras en las sociedades abiertas. El filósofo Javier Gomá, lo explicaba muy bien hace años: «Y, sin embargo, la crítica ―el juicio que nos merecen los ejemplos de conductas y estilos de vida ajenos― constituye la única vía posible de aprendizaje moral. Esto se debe a la peculiar naturaleza de la verdad moral, tan distinta de la lógica o científica.» Pues eso: Keep Calm and Carry On.
Fotografía del espacio de creación multidisplinar www.konventzero.com
Publicado en: El País (9.08.2015)(blog ‘Micropolítica’)