En comunicación política, cada color tiene —también— su propio significado. Aunque a menudo no sea visto como algo relevante, el uso de uno u otro color, según la situación, es indicativo de la importancia que cada líder da a sus presencia en actos públicos, a su visibilidad y/o a reuniones y encuentros con otros líderes.
Por ejemplo, una corbata azul puede transmitir confianza, calma, paz, credibilidad y fiabilidad. Aunque, como atributos que pueden percibirse como negativos, este color se considera frío, a veces, predecible y conservador. Por el contrario, una corbata roja buscaría proyectar el poder, la energía, la fuerza y la asertividad, en un intento de llamar la atención. Y, en su versión ‘negativa’, también puede ser interpretado como un color amenzante, agresivo, estresante y peligroso.
En este sentido, en los debates electorales (especialmente) el uso de corbatas rojas está más extendido. Según un análisis de Centives, en general los candidatos estadounidenses han llevado estas corbatas en un 68 % de los debates, mientras que el color azul solo se ha usado en un 16 % de las veces. El otro 16 % de los candidatos ha optado por usar un tercer color, o una combinación de colores.
En Estados Unidos, el azul es el color de los demócratas, pero solo tres candidatos lo han lucido en sus corbatas, en el transcurso de los debates: Carter, Gore y Obama. Este último usó el color azul en su primer debate contra Romney en 2012, aunque en el siguiente cara a cara optó de nuevo por el rojo.
Cuando debe llevar a cabo una intervención importante, Obama siempre usa la corbata roja. Destaca y genera una percepción de energía, algo básico para demostrar su liderazgo; aunque en sus declaraciones habituales, el color que predomina suele ser el azul, acorde con el contexto que le envuelve y transmitiendo tranquilidad, saber hacer, fiabilidad…
El azul es también el elegido en encuentros diplomáticos, evitando mostrar tensión. Especialmente gráfico resulta el encuentro con Vladimir Putin, o con el Presidente chino; también con Cameron.
En cualquier caso, no siempre se opta por la corbata. Incluso en sus últimos encuentros, seguramente los más tensos, se ha decidido prescindir de este complemento, hecho que le hace parecer más relajado.
El color puede ser una forma fácil y eficaz para transmitir un mensaje al mundo y generar una impresión. No siempre esta será la deseada y, probablemente, pase casi desapercibida, pero es un factor más en la comunicación que hay que tener en cuenta.
Por cierto, el 17 de marzo fue el día de San Patricio. ¿Cuál fue el color de corbata para Barack Obama elegido ese día?
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Fotgrafía: Wojciech Dąbek para Unsplash
Muy bueno Antoni. Te dejo un post sobre el mismo tema que escribí en relación a las elecciones británicas y el color de corbata de sus candidatos:
http://martingranados.es/2010/04/29/por-el-color-de-su-corbata-les-conocereis/
Un abrazo
Muy buen post. Te felicito Antoni. Como asesora de Branding y experta en COLOR, me parece muy apropiado y pertinente.
En el Marketing y la Comunicación Política existe un famoso «Síndrome de la Corbata ROJA»; que es un tema cautivante. Lo explico en mis conferencias y capacitaciones de «EL COLOR COMUNICA»; y cuando asesoro en mis consultorías.
Un saludo cordial, y por más COLOR en la vida! Patricia Gallardo. @elColorComunica
EXCELENTE Y COMPLETO INFORME.