En las primarias del Partido Verde Europeo (PVE), que en España integra Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y Equo, celebradas entre noviembre del 2013 y enero del 2014, José Bové fue elegido —junto a la alemana Ska Keller— cocandidato a la presidencia de la Comisión Europea para las elecciones al Parlamento Europeo del 2014. Las primarias con un increíble éxito de participación —23.000 votantes— fueron reñidas, con cuatro candidatos. Cada partido (de los 33 que forman el PVE) debía escoger a un futuro líder y obtener el aval de otros tres partidos. Finalmente, la más votada fue Keller, una joven activista, con más de 11.000 votos, seguida del histórico dirigente altermundista, que se quedó a solo 50 votos. La razón de que sean dos candidatos, al contrario que en el resto de partidos, es la paridad.
El PVE tiene en estos momentos 55 eurodiputados, y es el cuarto partido con más poder en el Parlamento. Ambos candidatos, que ya son europarlamentarios desde las elecciones del 2009, deben aumentar la presencia de diputados, algo complicado después de la gran alza obtenida hace cinco años, donde obtuvieron 11 eurodiputados más, siendo Francia y Alemania su principal granero de votos.
Ska Keller es la gran esperanza. Eurodiputada desde el 2009, con 28 años, ha dado el paso para liderar el partido solo cinco años después y obteniendo, además, el mayor número de votos en las primarias, hecho que la sitúa con toda probabilidad como una de los líderes de la futura Europa. Su objetivo era enviar a Bruselas a gente preparada, y lo consiguió en las anteriores elecciones. Su lema no llevaba a la confusión: «No solo el abuelo para Europa». Era su eslogan y el símbolo de que Europa debía cambiar, de que la Europa que viene debería ser la Europa de los jóvenes.
En estas elecciones se presenta con otro «abuelo», pero uno diferente. No se trata de un viejo político que ha perdido su sitio en la política nacional de su país, ni alguien a quien devolver favores prestados durante su carrera. Se trata de José Bové, actualmente la gran figura del partido, el más conocido desde que se hiciera famoso como cara visible del movimiento antiglobalización mundial, al asaltar un McDonald’s en Millau, en 1999. A partir de ahí, su presencia en todos los eventos mundiales de altermundismo fue constante, así como su inicio en la política, ya más tarde, en las elecciones francesas de 2007 (donde obtuvo un 1,32% de los votos) y en las europeas del 2009, donde su partido consiguió 16 escaños en el Parlamento Europeo.
Ambos hacen un tándem interesantísimo, que puede aportar muchas cosas y que debe sustituir a otra gran figura en la UE, al federalista Daniel Cohn-Bendit, el gran líder verde que dejó el partido por cansancio y por escándalos que le persiguen todavía desde 1975. Ahora el partido es de Keller y Bové. Y los dos tienen la misión de que el PVE confirme que lo del 2009 no fue un espejismo, debido a la crisis y al malestar con la UE, sino el principio de algo más grande. Lo veremos en mayo.
Publicado en: El Periódico de Catalunya (24.03.2014)(versión .PDF)
Fotografía: Teodor Drobota para Unsplash