Antoni Gutiérrez-Rubí ha escrito un libro conciso. Un texto revolucionario porque pide atención, esfuerzo y comprensión, gran parte de lo que carece nuestra sociedad.  Los tiempos convulsos nos invitan, como dice el autor, a vivir con menos, y a explicarnos con poco. Este magnífico libro es también para las personas que no tienen tiempo, pero no tienen prisa.

En un tiempo en que debemos preguntarnos, como T.S. Eliot, dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento, y dónde está el conocimiento que perdimos en la información, la apuesta por el pensamiento breve, pero complejo y profundo, que nos sugiere Antoni Gutiérrez-Rubí emerge como la más eficaz y transformadora de las estrategias. Seré breve: lean este breve ensayo, y léanlo despacio.

Lo que me sugiere este libro sobre la brevedad: la racionalidad humana es la de manejarse con pocos datos, decidir con razones no del todo concluyentes, elegir entre pocas opciones y borrosas, apañarse con poca información y, sobre todo, en medio de un tiempo escaso. Con más datos, más razones, más opciones, más información y más tiempo, lo haríamos peor.

Un libro sobre la brevedad es sabio. Un libro breve, porque su autor se ha tomado el tiempo de hacerlo corto, es amigable para el lector. Antoni Gutiérrez-Rubí ha escrito un libro sabio y amigable. Como dijo Baltasar Gracián, invitado en este ensayo, «más valen quintaesencias que fárragos».

En tiempos de ruido ensordecedor y desmesura en todos los órdenes, el silencio es un bálsamo y la contención, la más necesaria virtud. Este elogio de la brevedad es un fogonazo de lúcida inteligencia en medio de la espesa oscuridad del tiempo que nos ha tocado en suerte vivir.

En un tiempo en el que el ritmo se ha vuelto frenético, las redes buscan acaparar constantemente nuestra atención y el capital sacar beneficio de la eficiencia, es bonito (y necesario) encontrar un texto en el que se elogie lo breve por su valor propiamente humano. Por su valor ético y moral.

Antoni Gutiérrez-Rubí vive en un perpetuo estado de indagación de lo nuevo que cada vez más contrapesa con una querencia por lo esencial. Pero, ¿acaso pueden compaginarse estas dos pulsiones? Su breve elogio de la brevedad es una tentativa de síntesis. Conociéndole, se trata de un primer capítulo. Vendrán más.

Antoni Gutiérrez-Rubí ha escrito un manual revolucionario para sobrevivir a la era de la prisa que nos descentra: un repertorio de poéticas, filosofías y estéticas de la brevedad para enfrentarnos con sabiduría a la tiranía de la economía de la atención que nos roba la experiencia de lo real.