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Las redes sociales unen las mechas que encienden el polvorín

Entrevista con Alexis Ibarra O. para su artículo ‘Las redes sociales unen las mechas que encienden el polvorín‘ en El Mercurio (Chile).

Si algo tienen en común los últimos movimientos sociales de Medio Oriente, España, Estados Unidos y Chile es que en todos ellos los ciudadanos usan las redes sociales como una herramienta para dar a conocer sus ideas, convencer y organizar manifestaciones.

«La tecnología es muy social, tiene una gran capacidad de agrupar y relacionar a personas, y eso es lo que la hace tan útil para el activismo. El activista lo que quiere es hacer que su ideas avancen, que sus acciones sean exitosas, y la tecnología les facilita el trabajo», dice el español Antoni Gutiérrez-Rubí, académico en varias universidades españolas, entre ellas la Complutense y de Navarra, y autor de seis libros, entre los que destaca «Micropolítica: Ideas para cambiar la comunicación política».

Gutiérrez-Rubí es experto en activismo digital y visitó Chile para participar en BlogPower, evento organizado por la comunidad nacional de blogueros.

¿Qué diferencia al activismo digital del activismo que conocemos todos?
«Principalmente, el empoderamiento individual. Las personas antes esperaban indicaciones, consignas y órdenes. Había una jerarquía y personas que lideraban. En el activismo digital eso no funciona: las personas pueden recibir una propuesta y si desean pueden seguirla, pero también modificarla, ampliarla o, simplemente, comenzar una nueva causa».

Con lo digital ¿no se corre el riesgo de actuar impulsivamente?
«La capacidad de inmediatez de lo digital presupone menos reflexión y más emotividad y reactividad. Por esa razón, las personas son más conscientes del poder que tienen y de las repercusiones de sus acciones. Y, aunque se reaccione de manera impulsiva, la red funciona como un ente regulador donde otras personas pueden matizar y filtrar la información. Es un espacio coral donde funciona la inteligencia de las multitudes. Si alguien comete un error, de inmediato tiene repercusiones que son corregidas por un ecosistema regulatorio».

En Chile y el mundo hay casos memorables de autoridades que han debido renunciar por sus dichos en las redes sociales o actos que fueron divulgados a través de ellas…
«La cultura digital es extraordinariamente exigente desde el punto de vista de la calidad democrática. No tolera ni acepta los errores, las agresiones, los libelos, las mentiras.

«Es un cambio de perspectiva: ya no es la política que administra y vigila a las personas, sino que ahora es la política la vigilada. Eso, a mi juicio, es bueno para la democracia, ya que obliga a nuestros representantes a ser cuidadosos con lo que dicen y con lo que hacen».

Las actuales revoluciones y movilizaciones ¿habrían sido posible sin lo digital?
«La tecnología da respuestas a causas que ya existen, como la injusticia o la insatisfacción política. En Túnez alguien se inmola ‘a lo bonzo’ y los ciudadanos convertien esa chispa en una mecha social que acaba explosionando el polvorín.

«Las redes sociales lo que hacen es conectar todas esas mechas. Si existe un polvorín (una causa) y existe una chispa, te garantizo que habrá explosión. Esto es un cambio histórico, porque antes la chispa y las mechas se podían aislar para que no llegaran al polvorín».

¿Eso rompe con los paradigmas de la política?
«Y eso es lo que el poder está comprendiendo mal. Aún piensan que el poder tiene que ver con la grandeza, con la fuerza, con el tamaño, con los recursos.

«Pero ahora tiene poder quien es ágil, rápido y creativo. Las redes sociales permiten que la gente adquiera poder por lo que puede hacer. Es como si todas las fábulas de chicos se volvieran realidad: Goliat veía a David por su tamaño, pero no veía lo que tenía en la mano. Asimismo, el poder mira a la gente por quienes son, pero no por lo que pueden hacer».

Cada red social tiene distintas fortalezas y usos. ¿Cuál tiene más valor?
«Para mí, Twitter es la más relevante, porque esa brevedad obliga a grandes niveles de precisión y de calidad de contenido. En Twitter tienes la sensación de que el texto palpita, que es un fogonazo».

Publicado en: El Mercurio (26.10.2011)

Enlaces de interés:
– Activismo digital: Tácticas y estrategias en BlogPower (Chile)
– # Egipto: La chispa, la mecha y el polvorín

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