Publicado en: NY de Día (Artículo 24, 2.02.2010) (versión pdf)
El pasado 15 de enero se cumplió un año desde que un Airbus A320 de US Airways, cayera a las frías aguas del río Hudson tres minutos después de despegar del aeropuerto de La Guardia con destino a Charlotte (Carolina del Norte). El «milagro del Hudson«, como rápidamente le llamó la prensa, tenía también un héroe, el piloto, Chesley Sullenberger («Sully») quien consiguió amerizar el aparato gracias a su dilatada experiencia.
El piloto logró, con gran pericia, salvar la vida de todos los pasajeros y de los otro cuatro miembros de la tripulación, con tanta suerte que el aparato quedó flotando en el agua, sin hundirse. ¿El resultado? Todos salvados y una curiosa visión: muchos de los pasajeros esperaron de pie, sobre las alas, a ser rescatados mientras los neoyorquinos que pasaban por allí disparaban fotos con sus cámaras digitales.
La primera imagen del accidente fue precisamente una fotografía hecha por un ciudadano hasta entonces anónimo, Janis Crump. En ella se muestra a los pasajeros fuera del avión, la mayor parte de ellos de pie sobre el ala del aparato. Crump la tomó desde su iPhone y la subió a Twitter. Curiosamente el avión ha sido recientemente subastado, y de nuevo, la imagen de Crump ha sido el principal reclamo para los aficionados de lo singular y sin problemas de recursos económicos. Y será, en el futuro, su principal argumento de valor: tengo un Airbus A320 inservible en le garaje, pero que fue «famoso» con una imagen publicada en todos los medios del mundo.
En minutos, la noticia (y la imagen) se propagó por la red y llegó a los informativos. Fue el primer gran ejemplo de periodismo ciudadano y tal vez el primer gran ejemplo de que los dispositivos móviles y los recursos online se pueden poner a disposición de los usuarios de Internet para reflejar una mirada alternativa e inédita de las noticias. Unas noticias en directo, locales, que le suceden a gente como nosotros y que nos pueden suceder a nosotros mientras paseamos o mientras trabajamos. Los medios para difundirlos y para informar están ahí, en nuestro bolsillo y, a través de Internet, en los bolsillos y pantallas de todos.
Un año después son miles los ejemplos de que cualquiera puede dar una noticia y difundirla a través de sus propios medios, colgándola en la red. Es un nuevo escenario ante el que los medios de comunicación tradicionales deben adaptarse.
Un año después y en otra nave, pero espacial; y otro experimentado piloto, en este caso un astronauta, ha inaugurado la era Twitter. El astronauta estadounidense Timothy Creamer envió por primera vez un mensaje de Twitter desde la Estación Espacial Internacional (ISS): «¡Hola ‘twitterversum’! Ahora twiteamos en directo desde la Estación Espacial Internacional, el primer tweet en directo desde el espacio», es el mensaje que envió a la Tierra.
Los miembros de la tripulación obtuvieron por primera vez la semana pasada acceso directo a Internet. El tiempo de «Houston tenemos un problema» parece ya, definitivamente, el pasado. Algunas de sus dudas podrán resolverlas ellos mismos… con un buscador, en las redes sociales o con un mail.