Publicado en: Generación Red (09.10.2007)
A principios de 2007, Hillary Clinton anunciaba su candidatura a las elecciones primarias del Partido Demócrata para la presidencia de Estados Unidos. Y lo hacía en primicia, a través de un vídeo colgado en su página web donde decía: «Estoy aquí para ganar». Clinton pide, a través de su web, el apoyo necesario para llevar a cabo «cambios prácticos», habla de debatir sobre la realidad nacional del país en una discusión abierta a todos a través de chats, foros… mostrando, en todo momento, un gran interés por las opiniones de todos aquellos que se encuentran conectados en la Red.
Un cambio radical de actitud después de que hace unos meses, y siguiendo un mal consejo de uno de los asesores del ex presidente Bill Clinton, ignorara la blogosfera por «irrelevante». Esa actitud inicial provocó las críticas y desaires de muchos ciberactivistas, entre ellos bloguers radicales demócratas. Después de soportar críticas hirientes en algunos de estos blogs, Hillary Clinton decidió contratar los servicios del bloguer político Peter Daou, quien había trabajado muy de cerca con el senador demócrata y ex candidato presidencial John Kerry. Con este fichaje en la dirección de su campaña en Internet, Hillary Clinton ha sabido reaccionar rápidamente utilizando con habilidad todos los recursos disponibles en el escenario de la política 2.0. (desde los mensajes sms a través del teléfono móvil, a los vídeos en YouTube, el anuncio de su blog, el concurso online para escoger su canción de campaña, el vídeo junto a su esposo anunciando la canción ganadora, etc.). Todo ello en un contexto donde se lleva a cabo un seguimiento con lupa del papel que juegan los candidatos en Internet, con sondeos de popularidad, estadísticas sobre su cuota de apoyo y presencia en la Red… y que hace que sean muchos los candidatos que buscan asesoramiento en su estrategia online. Por primera vez, las primarias y las elecciones presidenciales se ganarán o se perderán en la Red.
Hillary, consciente de que las redes sociales no son sólo un espacio más para la confrontación política sinó un indicador de fuerza, apoyo y movilización económica y política para ganar las elecciones, ha ido ganando terreno en la blogosfera, como señalaba en julio de 2007 Conn Carroll, autor del «termómetro» The Hotline’s Blogometer (National Journal). Clinton se ha ido convirtiendo en una opción posible para muchos de los que la criticaron, a costa de evitar riesgos y de repetir una y otra vez a los ciberactivistas demócratas que todos los demócratas tienen un «enemigo» común: George Bush. Estos activistas online, los denominados netroots, están situados más «a la izquierda» que la senadora y han mostrado, en diversas ocasiones, su capacidad de movilización y su influencia en el terreno político, contribuyendo de manera decisiva a reforzar el papel de un candidato determinado a través de sus propias redes.
Nadie pone en duda su tenacidad obstinada, su ambición calculada y su inteligencia, pero la capacidad de movilización entre sus partidarios (recluta bloguers voluntarios, aumenta los grupos de apoyo, batió el récord de recaudación de fondos electorales en los tres primeros meses de 2007, al conseguir 26 millones de dólares…a pesar de que Obama) parece ir en proporción a la capacidad para movilizar a sus adversarios, a sus detractores, que sienten verdadera animadversión hacia ella y la consideran una seria amenaza.
Sus adversarios políticos, demócratas y republicanos, pueden ser una pinza que movilice todo el caudal de rechazo hacia la más fuerte. Una encuesta realizada el pasado 13 de septiembre por la cadena NBC y The Wall Street Journal señalaba como favorita a Hillary Clinton en la carrera para lograr la candidatura presidencial del Partido Demócrata de cara a las elecciones del próximo año. «Todo vale» y «Todos contra Hillary», parece la consigna. Ya en 2004, se acuñó el término «swiftboating» (en relación a las embarcaciones utilizadas en la Guerra de Vietnam para acciones contrainsurgentes) para explicar los ataques que recibió el entonces candidato demócrata John Kerry, y ahora es ella quien tiene que «defenderse» incluso de su atractivo como mujer madura o de los rumores sobre su orientación sexual (la «acusan» de lesbiana), en una sociedad de doble moral y muy vulnerable, en términos de opinión pública, sobre las conductas privadas de los cargos públicos.
Un repaso a la blogosfera anti Hillary puede dar una idea de la determinación de sus oponentes contra su candidatura. Los republicanos creen que pueden batir a cualquier demócrata… siempre que no sea Hillary Clinton. Por ello, están movilizando los marcos conceptuales de la sociedad norteamericana para estimular y aumentar los prejuicios sobre ella. Según Rove, ex asesor político especial del presidente George Bush (lo fue desde enero de 2001 hasta agosto de 2007), «la gente tiene formada una opinión de ella. Y es muy difícil que se cambie la idea que se tiene sobre una persona tan relevante» ante la opinión pública. Fría, maquiavélica, ambiciosa, soberbia, oportunista, oscura, bruja, diabólica, etc. parecen ser algunas de las palabras que sus adversarios republicanos repiten una y otra vez a la menor ocasión, con el objetivo de activar los mecanismos inconscientes que la sitúen en el terreno de la duda y la opacidad ante los ojos de los ciudadanos.
La lista, la pluralidad y la coordinación de las plataformas anti Hillary soprenden por su capacidad y su proliferación.
– Stop Her Now.com
– Stop Hillary Now
– No Hillary
– No Hillary 2008
– Anyone But Hillary 2008!
– The Hillary Project
– Blogs Against Hillary
– Anti Hillary2008
– Who hates Hillary
– Don’t elect Hillary
– Don’t vote Hillary
A pesar de todo ello, Clinton se encuentra bien situada en las estadísticas online sobre: el apoyo de comunidades sociales como FaceBook o MySpace; la cuota de mercado en Internet; su percepción y presencia en la blogosfera, etc. en relación a los candidatos republicanos y siguiendo de cerca a su contrincante demócrata más directo: Barack Obama. Aunque Obama encabeza todos los ránkings, con una mayor presencia en las redes sociales y su página web obtuvo 717.000 visitas únicas en comparación a las 437.000 de la página de Hillary Clinton (según un estudio de Nielsen de julio de 2007), la senadora por Nueva York acapara, por primera vez, el respaldo de la mayoría de los demócratas. El 53% apoya su candidatura a la presidencia de EE.UU., según un sondeo de opinión publicado por «The Washington Post» el 3 de octubre de 2007.
En el bando republicano, uno de los grandes destacados en Internet (en especial en YouTube) es Ron Paul, que cuenta con el apoyo de miles de jóvenes en plataformas como Meetup o en Digg.
En este contexto adverso y competitivo en Internet, Hillary sólo podrá superar las dificultades que pueden embarrancar sus posibilidades electorales con una alianza con los activistas online demócratas y con una nueva relación con el revitalizado y fortalecido partido demócrata que hoy dirije Howard Dean (el que fuera protagonista, en 2004, del uso innovador de Internet al servicio de la campaña electoral) en Internet y que ha apostado por la nuevas tecnologías como factor decisivo para el éxito de su partido.