Artículo de Antoni Gutiérrez-Rubí publicado en Pasaporte #EP2014 de El Periódico de Catalunya.
Poco a poco iremos conociendo la visión de los candidatos oficiales a presidir la Comisión Europea. Uno de los confirmados es el socialista Martin Schulz. Repaso a algunas de las curiosidades del personaje que quiere cambiar Europa con su mirada.
-El futbol
El que será candidato del PSE a presidir la Comisión en las elecciones europeas de mayo 2014 es un apasionado del futbol. De adolescente quería ser jugador profesional, hasta que una lesión de rodilla se lo impidió, a los 18 años. Le costó rehacerse del golpe, incluyendo un arduo período durante el cual él mismo duda en si clasificarse como alcohólico, tal y como le sinceró en una ocasión al Financial Times. De ese episodio conserva su abstemia. En su libro, ‘Europa, la última oportunidad’, explica como en su juventud una de las maneras con la que conceptualizaba la idea de ‘fronteras’ era a través de las rivalidades futbolísticas de los equipos de su región natal, Würselen. Una pequeña localidad que tiene la particularidad de encontrarse justo en la zona donde se dan cita la frontera holandesa, la belga y la alemana. Crecer con las fronteras muy presentes, un dato probablemente revelador.
-Un intercambio clave
En las ocasiones que ha hablado de los factores que han influenciado su visión política Schulz ha destacado la importancia de sus vivencias personales, una aproximación que recuerda a la corriente filosófica humanista según la cual nuestra forma de pensar es el resultado, en gran parte, de nuestras experiencias y la racionalización que hacemos de ellas. Una perspectiva que probablemente guarda cierta relación con su pasión por la historia y su convencimiento de que la batalla por Europa es, también, una manera de ‘evitar y repetir los errores’ del pasado.
En varias entrevistas Schulz cita el intercambio escolar que hizo con la vecina Francia como una de esas experiencias iniciáticas hacia el europeísmo. Tuvo que ganarse la confianza de una familia en Burdeos que había sido parte de la resistencia contra los alemanes. Una especie de Erasmus precursor. Una visión que comparte curiosamente con otro Presidente del Parlamento Europeo, Enrique Barón Crespo, el cual en sus memorias detalla el impacto y la apertura de miras que le produjo poder ir a estudiar al extranjero en la Europa todavía de las fronteras.
-Crecer en un ambiente político
Schulz creció con y en la política. Según cuenta en su libro, su madre – cuya familia había sido fiel electora del partido católico conservador Zentrum – fue cofundadora, tras la guerra, de una sección local de la CDU. Su padre venía de una familia de mineros y curiosamente había participado en la creación del grupo local de la oposición, la del SPD. Su filiación política (en este caso al SPD alemán) se produce muy pronto. Ocupará varios cargos municipales en su localidad que compagina con su labor como propietario de una librería, hasta dedicarse por completo a la política. Primero como consejero municipal, luego como alcalde, y a partir de 1994 como miembro del Parlamento Europeo y Presidente de la Eurocámara.
-Una carrera forjada en Europa
Schulz ha crecido políticamente en el Parlamento Europeo. Su concepción de la política es eminentemente europea. Lleva 20 años trabajando en Bruselas y Estrasburgo, con todo lo que eso implica: ha vivido varias ‘revoluciones’ institucionales hasta ver al Parlamento Europeo convertido en co-legislador al mismo nivel que el Consejo de la Unión Europeo (los gobiernos). Y se nota. Su lectura de la crisis la presenta claramente en clave europea, no alemana. El problema no es la deuda, es la especulación y la resolución interesada que han hecho los jefes de gobierno, deja por ejemplo escrito en su libro. O cuando afirma que la primera beneficiada por la integración ha sido su país Alemania, marcando claras diferencias con cierta retórica moralizante hacia los países del Sur. Sorprende en particular su firme convicción por la necesidad de una política exterior europea mucho más integrada e intervencionista –enumerada en su libro como la segunda de sus cuatro prioridades políticas-. Un discurso que choca frontalmente con la tradicional doctrina exterior no-intervencionista germana.
Los anteojos con los que Schulz ve el continente son, indudablemente, postnacionales. Una ventaja, y una novedad, para unas elecciones europeas que han sido tradicionalmente denostadas por la re-nacionalización constante de los temas.
-A favor de una mayor integración
El alemán es, sobre todo partidario de un mayor federalismo europeo, aunque en ocasiones juegue con el palabro. Su voluntad es avanzar hacia un sistema parlamentario en Europa donde el gobierno (Comisión Europea) sea responsable frente al Parlamento Europeo. En ese marco el triángulo institucional se completaría por una cámara territorial, la cual se inspiraría del actual Consejo de la Unión Europea (los representantes estatales). Parece lógico que según esta concepción el poder que ha ido acumulando el Consejo Europeo (los jefes de Gobierno) sea, como deja patente Schulz en su libro, una de las peores perversiones políticas de los últimos años.
Él asume este discurso pro-europeísta aunque no sea el habitual, desde la defensa de la consolidación de los partidos europeos, hasta la necesidad de desarrollar canales que fomenten una sociedad civil europea (de allí por ejemplo su reciente apoyo público a una plataforma como Presseurop).
En su libro, deja patente que esos avances requieren un cambio de los Tratados y a diferencia de una corriente europeísta más prudente que aboga por el status quo, se desmarca con una clara voluntad de renovar la base jurídica europea.
-La empatía comunicativa, su ¿talón de Aquiles?
La empatía y la fiabilidad en estas elecciones serán clave. Y Schulz no lo tendrá fácil. Tendrá que administrar su lenguaje directo y a veces tajante (aunque sea fruto de algo positivo como su seguridad). Nada es gratuito, y todo cuenta.
Su éxito dependerá también de su capacidad de sumar y de auto-crítica. Una ocasión un poco perdida pudo ser el sistema de primarias socialistas europeas, en las cuales Schulz acabó siendo el único candidato. ¿Tal vez debió dar pasos con más brío hacia los pocos partidos que no se sumaron a su lista, como los laboristas británicos? Ganar era importante, pero después del fracaso que supuso que en 2009 los socialistas europeos no opusieran resistencia a Barroso, el esfuerzo por recuperar el terreno perdido era parte del objetivo. Schulz se decantó por alabar el apoyo mayoritario que había logrado, pero a veces escuchar a los que no están es lo que cuenta.
En ese sentido el hablar 5 lenguas jugará a su favor, pero la lengua que determinará muchos votos será la digital, y Schulz deberá avanzar a marchas forzadas. Ganar unas elecciones europeas lo determina cada vez más ‘una tecnología que yo todavía domino poco y con la que los diputados mayores tenemos que familiarizarnos más [como] internet’ (p.162). La capacidad de tejer un equipo descentralizado en Europa, utilizando el máximo potencial de las nuevas tecnologías en una campaña europea que por primera vez tendrá candidatos transnacionales, será clave. Es probable que necesite algo más que un viejo Nokia y un IPad que casi no utiliza.
Y al final, están esas gafas. Schulz lleva los mismos lentes desde hace años. Una montura de hierro fino, con vidrios grandes que recuerdan a las famosas Ray-Ban, pero sin los vidrios opacos. Unas gafas que inconscientemente nos trasladan a una generación analógica, de los años 70, convencida de su opción progresista. Tal vez Schulz necesite dudar más. Adentrarse en lo desconocido y cuestionarse muchos de sus a priori para conectar con un votante que, en su gran mayoría, desconoce la realidad europea que él tan bien ha sabido captar. El librero deberá convertirse en un e-book. No le sobra el tiempo.
Este artículo pretende dar algunas pinceladas sobre Martin Schulz. Para un análisis más exhaustivo y profunda de su visión política aconsejo:
-Su página oficial en el Parlamento
-Perfil VoteWatch
-Libro ‘Europa, la última oportunidad’
-Discurso en Fórum Europa (vídeo subtitulado)
-Discurso al ser elegido como Presidente del Parlamento Europeo (transcripción)
-Programa Fundamental del PSE para la próxima década
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