Publicado en: El Periódico de Catalunya (17.02.2014)(versión PDF)
El próximo mes de mayo será la primera vez en las elecciones europeas, y gracias a la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, que los partidos políticos que concurren a estos comicios presentarán su propio candidato único para presidir la Comisión. Así, desde octubre, los votantes socialistas ya saben de antemano a qué candidato para el Ejecutivo europeo respaldarán. Se trata de Martin Schulz, actual presidente del Parlamento Europeo.
En un principio, el Partido Socialista europeo debía realizar unas primarias para dar a conocer sus propuestas y sus candidatos, pero no se llegaron a hacerr, ya que Schulz fue el único candidato de consenso. La prioridad del candidato, aparte de intentar disminuir la desigualdad en la sociedad europea, es sobre todo aumentar la maltrecha confianza en las instituciones: «Incluso los que aman Europa tienen la sensación de que su voto no cuenta, pero ahora hay la posibilidad por primera vez de elegir no solo un Parlamento Europeo sino también a quien va a dirigir cierta línea política en Europa. Significa una mejora en la capacidad de decidir de los ciudadanos en Bruselas», afirma Schulz. Tiene una fuerte personalidad, optimista y combativa, y hace suyas las palabras de Willy Brandt: «No son las dificultades, sino la resignación lo que nos puede vencer».
El político alemán, de 57 años, es miembro del SPD, el partido socialdemócrata alemán que forma actualmente una gran coalición en Alemania con el partido de Angela Merkel. Hasta estas elecciones, el presidente era escogido exclusivamente por los gobiernos de la UE sin la participación ciudadana. Según el Tratado de Lisboa, sigue siendo el Consejo Europeo –es decir, los jefes de Gobierno– el que lo elige. El texto legislativo europeo –y ahí está la variación– dice que ahora se tendrá en cuenta lo que salga del Parlamento, pero no indica qué significa exactamente eso. Por tanto, seguirán siendo los gobiernos los que tengan la última palabra. La pátina democratizadora puede ser eso, una pátina, o por el contrario una ley no escrita que los gobiernos deberán acatar. Tal como se actúe en las horas siguientes a saber los resultados, sabremos cómo va a ser la Europa del futuro.
Si Martin Schulz consigue terminar las negociaciones finales como candidato oficial del Parlamento para presidir la comisión, el Consejo Europeo (que tendrá muy en cuenta lo que digan François Hollande y Angela Merkel) seguramente le escogerá. Y sería un motivo para confiar en la democracia en Europa, cuyos ciudadanos escogen a los líderes. Aunque la geopolítica también será importante. Schultz es alemán, de un partido que está en el Gobierno alemán, y de la misma nacionalidad que la persona que tiene más poder en el Consejo europeo, la canciller alemana.
Schulz se enfrenta a tres retos simultáneos: conseguir que los socialdemócratas sean el primer grupo del Parlamento Europeo, ser el primer presidente electo, y convencernos de que, a pesar de su nacionalidad (y de la sombra de Merkel), su opción es la más europea de todas.
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